Vol. 3 Nro. 19 (2012)

LA ESTÉTICA Y EL PENSAMIENTO MARTIANO EN LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA CUBANA.

AESTHETIC AND MARTI’S THOUGHT IN ARTISTIC EDUCATION IN CUBA

Pastorita Castillo Acosta 1

Mirian Valia Fundora

RESUMEN:

La estética es una ciencia encaminada a la formación de lo axiológico en el individuo, siendo este elemento de gran valor e importancia en la sociedad socialista cubana. Por ello en este trabajo se abordan los aportes estéticos que se presentan en la figura de uno de los hombres más grandes de pensamiento que ha tenido nuestro país, sin dudas se hace referencia a José Martí. Después de un esbozo acerca de dicha ciencia en el marco de la historia, en este trabajo se valora la importancia de vincular la obra de Martí con el trabajo de la Educación Artística, como parte importantísima de la estética en la escuela cubana.

Palabras claves: estética, axiológico

ABSTRACT:

Aesthetic is a science directed to the axiological formation of individuals, being an element of value and importance in our Cuban socialist society. For that reason the present work presents the aesthetics contributions made by one of the most outstanding men in our country: José Martí. After analyzing the essence of this science –axiology- in history, this article value the importance of linking the work of José Martí with the Artistic Education, as a relevant part of the aesthetic in the Cuban school.

Keywords: aesthetic, axiological

INTRODUCCIÓN

La Estética ha sido un problema que preocupó a la humanidad desde tiempos muy remotos. El término estética fue acuñado en 1753, por el filósofo alemán Alexander Baumgarten, pero el estudio de la naturaleza de lo bello había sido una constante durante siglos. La primera teoría estética de algún alcance fue la formulada por Platón, quien consideraba que la realidad se compone de formas que están mas allá de los límites de la sensación humana y que son los modelos de todas las cosas que existen para la experiencia humana. Aristóteles también habló del arte como imitación. Escribió y añadió que “el arte complementa hasta cierto punto lo que la naturaleza no pueda llevar a su fin.”

DESARROLLO

Para Aristóteles, la estética era inseparable de la moral y de la política. Fue el primero en tratar sobre la música en su Política, mantenía que el arte influye en el carácter humano y, por lo tanto, al orden social. Dado que Aristóteles sostenía que la felicidad es el destino de la vida, creía que la principal función del arte es proporcionar satisfacción a los hombres.

Durante la edad media, el arte estuvo al servicio de la expresión religiosa y sus principios estéticos se basaron, de manera primordial, en el neoplatonismo. A lo largo del renacimiento en los siglos XV y XVI, el arte vivió un proceso de secularización y la estética clásica abarcó más campos que el meramente religioso.

Un gran impulso al pensamiento estético en el mundo moderno se produjo en Alemania durante el siglo XVIII, destacándose las figuras de Fichte, Kant y Hegel. Aunque gran parte de la estética moderna surge, del pensamiento alemán, este también recibió la influencia de otras corrientes por ejemplo, las ideas de Lessing, representante del romanticismo, de los escritos estéticos del británico Edmund Burke.

A pesar de que los clásicos de la filosofía alemana de fines del siglo XVIII y principios del XX lograron obtener ciertos éxitos en sus tentativas de dar una interpretación dialéctica a varios importantes problemas de estética, sus teorías idealistas poseen un carácter profundamente contradictorio.

Resulta pues, que el decurso todo de la historia de la estética constituye una lucha entre materialismo e idealismo, lucha que refleja l

a sostenida entre las clases y entre fuerzas progresistas y reaccionarias en cada etapa histórica del desarrollo de la sociedad.

Con la aparición del Marxismo, en la estética se produjo uncambio revolucionario, se hicieron extensivas a la esfera, de las investigaciones estéticas la concepción materialista de las leyes del desenvolvimiento histórico. Ello constituyó la base teórica para la elaboración de los problemas estéticos cardinales, para la lucha contra las tergiversaciones burguesas y revisionistas en el campo de la estética.

La estética marxista define la base objetiva de la aprehensión estética del mundo como actividad creadora del ser humano hacia un determinado fin; actividad en que se ponen de manifiesto de manera libre, multilateral y armónica la esencia social y las fuerzas creadoras del hombre orientadas hacia la transformación de la naturaleza y la sociedad. Esta estética sirve de fundamento teórico a la actividad práctica para la educación estética del pueblo, tanto a lo que concierne a la formación de desarrollados sentimientos y gustos estéticos de vanguardia como en lo tocante a la lucha contra todo influjo de las supervivencias burguesas en la esfera de la sensibilidad estética. El arte, la creación artística, entran en el objeto de la estética como su parte más esencial.

La tarea principal de la estética Marxista radica en el profundo análisis científico y en la generalización de los procesos estéticos de la época actual, en la participación activa en la empresa de resolver la tarea de formar la personalidad armónica, desarrollada en todos los sentidos.

En la época actual la estética tiende cada vez más a convertirse en una ciencia de los valores y requiere, por lo tanto, una fenomenología de lo bello y lo feo, una descripción de sus grados, una definición de los valores estéticos como objetivos y absolutos, y junto a ello, un examen a fondo de las relaciones entre estos valores y el mundo humano e histórico. Estando la misión de la estética como disciplina total recogida a partir de cinco aspectos determinados. (Ferrater Mora, José. ,1959).

Las controversias académicas durante el siglo XX han girado sobre el sentido del arte. En nuestros días aún este tema relacionado con la estética mantiene un creciente interés en todos los países del mundo, aunque no en todos se manifiestan los mismos intereses en cuanto a su desarrollo e importancia ni en relación a su influencia en la formación de la personalidad del individuo.

Antes de esbozar algunas tareas de la educación estética en Cuba, se hace necesario realizar un recuento breve de lo que en relación a dicho tema, aportó José Martí quien sintetiza el quehacer profundo de numerosos intelectuales y revolucionarios que en las condiciones de la colonia y la República neocolonial hicieron aportes aún hoy vigentes.

Martí une a su quehacer político el quehacer estético. Solo en la integralidad del pensamiento martiano puede esbozarse una concepción del problema.

En su análisis del hombre, Martí no deja nada a la casualidad, ni a leyes oscuras, ni le quita al hombre su responsabilidad con la historia, ni le permite esconderse en el dolor, o en sí mismo. Su propósito es preparar al hombre para hacer, para crear en función del progreso social. Para Martí el logro de la calidad creadora es el logro fundamental de la realización humana.

Lo bello se sitúa en el centro de esta concepción martiana como armonía de las cosas y el espíritu creador humano. Las reflexiones de Martí sobre qué debe ser el arte, qué papel desempeña en la existencia humana, encierran también el papel educador del arte.

A modo de ejemplo, veamos algunos pasajes donde se refleja su concepto del arte y de lo bello: “La belleza es la única cosa que el tiempo no acaba. Mueren las filosofías, extínganse los credos religiosos; pero lo que es bello vive siempre y es joya de todos los tiempos, alimento de todos y gala eterna”.(Marti, José.,1963.t. XV. p. 366).

Más adelante agrega:

“El amor al arte aniquila al alma y la enaltece: un bello cuadro, una límpida estatua, un juguete artístico, una modesta flor en un lindo vaso, pone sonrisas en los labios donde morían tal vez, pocos momentos ha, las lágrimas. Sobre el placer de conocer lo hermoso, que mejora y fortifica, está el placer de poseer lo hermoso, que nos deja contentos de nosotros mismos.” (Marti, José.,1963.t. XV. p. 367)

Puede apreciarse la fuerza de Martí al afirmar el papel de la belleza en la vida humana. Martí arribó, por su concepción del hombre y su idea de la armonía de lo bello y de lo bueno, a una comprensión universal y contemporánea de la educación estética donde se unen, como sus diferentes momentos, el arte el trabajo, las relaciones humanas y las relaciones con la naturaleza.

En carta a María Mantilla, Martí expresó:

“… Es como la elegancia, mi María, que está en el buen gusto, y no en el costo. La elegancia del vestido, -la grande y verdadera,- está en la altivez y fortaleza del alma. Un alma honrada, inteligente y libre, da al cuerpo más elegancia, y más poderío a la mujer, que las modas más ricas de las tiendas. Mucha tienda, poca alma. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. (…) Quien siente su belleza interior, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada: se sabe hermosa y la belleza echa luz.Procurará mostrarse alegre, y agradable a los ojos, porque es deber humano causar placer en vez de pena, y quien conoce la belleza la respeta y ama en los demás y en sí. Pero no pondrá en un jarrón de china un jazmín: pondrá el jazmín, solo y ligero, en un cristal de agua clara. Esa es la elegancia verdadera: que el vaso no sea más que la flor.” (Marti, José.,1963.t. XV. p. 366)

Aquí se expresa la conexión martiana de la armonía de las relaciones humanas, la necesidad de la compresión y de la mutua satisfacción por el trato. Martí enfatiza en la sencillez como una cualidad básica del ser humano, como máxima expresión de la belleza.

Lo bello está presente para Marti en cualquier momento de la vida, en todo lo que nos rodea y con todo con lo que nos relacionamos, en cuanto a esto expresó:

“La belleza no es mera belleza literaria, mental, de segunda mano. Depende de que ve naturalmente lo bello, de que lo dice como lo ve, sin añadirle retoques ni abalorios, de que haya lo bello donde está, en la salud, en el amor sincero, en el trabajo, en la fuerza, en la naturaleza” (Marti, José.,1963.t. XXII. p. 65)

Martí vio en el arte algo esencial para la vida del hombre, para el enriquecimiento del ser humano“El arte aviva, agranda y estimula el ojo, y ennoblece, da percepción fácil y ansia de toda cultura.” (Marti, José.,1963.t. XV. p. 366)

Según la concepción martiana, el arte es imprescindible, es muy necesario para la sociedad y para las naciones en general: “¡OH divino arte! El arte, como la sal a los alimentos, preserva a las naciones” (Marti, José.,1963.t. XV. p. 482)

Como se puede apreciar para Martí todo tiene un sentido más completo, más profundo y duradero si está presente el arte en todas sus manifestaciones, de ahí la importancia de enseñar al hombre a cultivarse para ser mejor: “El hombre, que lleva lo permanente en sí, ha de cultivar lo permanente, o se degrada, y vuelve atrás, en lo que no lo cultive” (Marti. José.,1963. t. XV. p. 366)

De ahí la gran concepción martiana de que el hombre se prepare en todo, lo importante y bello de la vida para que cree después solo cosas que lo enriquezcan y glorifiquen: “Crear es pelear. Crear es vencer”.(Marti, José.,1963.t. XV. p. 310)

Después de esta breve muestra de la visión martiana sobre la estética en general y su importancia para la formación de valores en la personalidad del individuo hemos podido valorar la vigencia y actualidad que mantiene en nuestros días.

José AntonioPortuondo en su obra “Itinerario estético de la Revolución Cubana”, hace un detallado recuento del desarrollo de la estética en la Cuba prerrevolucionaria y destaca cómo en la lucha con la estética burguesa imperante, lo mejor de nuestros intelectuales ocupó posiciones de avanzada a través de publicaciones, conferencias, fundación de revistas y ocupaciones culturales, pero las condiciones del país hacían muy difícil esta labor, nos expresa en dicha obra Portuondo:

“La subestimación del movimiento intelectual y artístico durante las décadas anteriores a la revolución, tiene que ver con el hecho de que la burguesía entreguista del siglo XX, relegó a un plano secundario el fenómeno artístico de nuestro movimiento intelectual (Portuondo, José Antonio,1979).

Fueron los elementos más progresistas de la nación, los que durante toda esta etapa lucharon por defender nuestras raíces. El triunfo de la Revolución con sus transformaciones radicales en la base económica y en toda la vida social, cambió también las concepciones sobre la educación, a partir de las nuevas exigencias históricas y basándose en la concepción Marxista - Leninista como en esta concepción está presente lo axiológico, lo estético ocupa un lugar fundamental.

La educación en Cuba tiene un objetivo esencial la formación multilateral y armónica del hombre nuevo, para lograrlo requiere del desarrollo de elevados sentimientos estéticos que se ponen de manifiesto en la actividad. La educación estética es condición necesaria para la formación de juicios y evaluaciones acertadas.

Se educa solo en la actividad. Hay educación artística si hay actividad artística y entonces se educa no solo la capacidad de sentir la belleza, sino también de crearla.

Tiene un valor incalculable toda la profundidad que José Marti demostró al tratar el tema estético, por lo tanto, la obra martiana tiene una gran vigencia, no hubo obra humana sin belleza que no sea recordada y admirada, sin embargo no ha sido suficientemente esta concepción martiana aprovechada de forma íntegra.

Siendo en la escuela primaria donde los niños se inician a comprender y a interpretar la actividad artística y comienzan a impartírseles las asignaturas de Educación Plástica y Educación Musical respectivamente, para que dichas asignaturas lleguen realmente a fomentar ciertas inclinaciones, conocimientos y gustos de los niños por las mismas es necesario, como bien dijera Martí desde su amplia visión, enseñarlos a crear, a comprender la significación de las cosas bellas en la vida, por muy insignificantes que parezcan.

Martí nos enseña cómo apreciar lo bello, en qué están enmarcadas esas cosas bellas, que no solo en apreciar arte, música, sino también en acciones, gestos, o sea en el comportamiento humano, entonces cómo no basarse en esta concepción martiana para dirigir la actividad estética en los niños.

Como ha expresado Fidel, las ideas esenciales para todo el proceder revolucionario estaban en la obra, en el legado martiano. “El arte es un arma de la Revolución, un producto de la moral combativo de nuestro pueblo. Nuestro arte y literatura serán un valioso medio para la formación de la juventud dentro de la moral revolucionaria.” (Portuondo, José Antonio, 1979).

Para lograr entonces esta formación estética profunda de nuestros niños que mejor guía que la obra de José Martí, pues como bien dijo Fidel:

“Martí es y será guía eterno de nuestro pueblo. Su legado no caducara jamás. En la medida que avanzamos hacia el porvenir se agranda la fuerza inspiradora de su espíritu revolucionario, de sus sentimientos de solidaridad hacia los demás pueblos, de sus principios morales profundamente humanos y justicieros.” (Vitier, Cintio José Marti, 2000)

La obra de la revolución en diversas facetas de la vida social, ha tenido un aliento en el pensamiento martiano. Muy particularmente, aspectos de la política educacional actual se encausa de forma muy precisa en su pensamiento.

CONCLUSIONES

Martí fue un profundo conocedor de las artes, sobre todo de la literatura, la música y la plástica, por la claridad con la que valoró obras, figuras y movimientos artísticos, cuya visión no ha sido suficientemente divulgada ni aplicada hasta hoy día. Esta tarea recae, en buena medida en los ámbitos de la escuela y la responsabilidad de cada maestro.

El estudio del pensamiento martiano debe ser un universo abierto a la cultura, la vida en el mundo, la ciencia, la literatura, el conocimiento de nuestra historia, los valores humanos, el arte, la sensibilidad y la definición de la política humanista de la Revolución Cubana. La obra martiana es indispensable para el desarrollo de la educación estética y dentro de ella la educación artística de nuestros niños y jóvenes.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ferrater Mora, José. (1959).Diccionario de Filosofía. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.

Marti, José. (1963).Obras Completas. La Habana: Edit.Nacional de Cuba, T. XV.

Portuondo, José Antonio.(1979). Itinerario Estético de la Revolución Cubana:La Habana: Editorial Letras Cubanas.

Vitier, Cintio. (2000). José Marti. Obras Completas Edición Critica. La Habana Centro de Estudios Martianos.T. I.