Vol. 3 Nro. 23 (2013)

PLANEACIÓN DIARIA DE LA CLASE EN EDUCACIÓN SUPERIOR: UNA PROPUESTA

DAILY PLANNING CLASS IN HIGHER EDUCATION: A PROPOSAL

Agustín Gutiérrez Chiñas1

RESUMEN:

El artículo presenta una exposición del trabajo docente como una tarea delicada y difícil. Explica el papel de liderazgo docente que demanda este trabajo, en consideración de algunas habilidades personales que debe desarrollar el profesor en su papel de líder y conductor de un grupo de alumnos. Explica la necesidad de planear cada sesión de trabajo frente a grupo y con el grupo, tomando como unidad de medición temporal, la hora clase. Cierra la exposición con el tema “manejo de grupo” durante la labor docente.

Palabras claves: Planeación de clase, liderazgo docente, manejo de grupo

ABSTRACT:

This article presents an exhibition of the work of teachers as a delicate and difficult task. It explains the role of teacher leadership demanded by this work, in consideration of some personal skills, that teacher must develop his role as a leader and conductor of a group of students. It explains the need to plan each session working group and with the group, taking as a temporary measurement unit, the hour. Close the exhibition with the theme "group management" for teaching.

Keywords: Class planning, teacher leadership, group management

INTRODUCCIÓN

“Hay pocas actividades que son realmente muy difíciles de llevar a cabo. Una de estas actividades, lo es la enseñanza precisamente”.

Es decir, el ejercicio de la docencia es un trabajo grave y delicado, por lo que demanda de sus practicantes un mínimo de rigor metodológico y técnico para su buen desarrollo. Sobre esta tarea difícil, Giusepe Imídeo Nérici anota que el trabajo docente es complejo y al mismo tiempo importante, porque:

  • La responsabilidad del profesor es grande, pues es él quien mantiene con el educando un contacto bastante prolongado en la escuela.

  • En el profesor va el peso fundamental e insustituible de la acción formativa. No hay organización didáctica que lo pueda sustituir.

  • Es posible educar solo con el profesor, pero es casi imposible, hacerlo únicamente con material didáctico, organización didáctica, o solo con métodos y técnicas.

  • Todo será insuficiente e ineficaz sin el profesor que anima, da vida y sentido a toda organización escolar y educativa.

  • El profesor debe ser la dínamo que arrastra, entusiasma y contagia en la senda que lleva hacia los objetivos de la educación.

Aun con todas las nuevas concepciones pedagógicas y didácticas, el profesor sigue siendo indispensable y fundamental para transmitir a los alumnos, durante su proceso de formación y preparación, los cambios que experimenta la sociedad en los aspectos técnico, científico, económico, social y cultural. (Nérici, I. G, 1984. p. 95 - 96)

Para complicar un poco más el trabajo del profesor, éste tiene que trabajar, generalmente, en un aula o salón de clases que solo es un ámbito artificial en el que debe enseñar o transmitir conocimientos, habilidades y actitudes que se generan y construyen en un lugar ajeno al espacio áulico. Es decir, que los conocimientos, las habilidades y actitudes que demanda una acción humana para su enseñanza, se construyen y desarrollan en lugares ajenos totalmente a un salón de clases, lo que hace aún más complejo y difícil la reproducción y representación de tales conocimientos, habilidades y actitudes para su transmisión y enseñanza a los educandos en este espacio artificial.

DESARROLLO

Ahora bien, dada la importancia que el profesor juega en el proceso formativo de los estudiantes y lo delicado y difícil de esta tarea, lo es también muy importante la preparación, formación y actualización permanentes del profesor, tanto en su disciplina como en los aspectos pedagógico y docentes, para cumplir de la mejor forma posible la delicada y grave responsabilidad que demanda el trabajo de la enseñanza.

La docencia.

La docencia es una disciplina como cualquier otra del conocimiento humano, y por lo mismo, sujeta al rigor del método científico. Posee su propio campo conceptual, sus propios métodos y técnicas, teorías, principios y leyes de carácter universal que la sustentan. Su solidez se encuentra en los núcleos básicos de conocimientos, habilidades y actitudes particulares que la describen, definen e identifican, y que además la orientan y guían hacia la consecución de sus objetivos generales, particulares y específicos.

En México, existen aún varios problemas pendientes por resolver de la educación secundaria, media superior y superior. Entre ellos se encuentra la profesionalización de la docencia en estos niveles.

Es decir, el Sistema Educativo Mexicano autoriza y permite, en el nivel secundario, medio superior y superior, a todo egresado de cualquier licenciatura, llevar a cabo labores de enseñanza, sin una preparación y formación previa en la docencia; y en un buen número de casos, sin ejercicio profesional disciplinario y sin título de grado.

Durante las dos últimas décadas del siglo pasado, el número de profesores aumentó en más de un 400% en el país, sin embargo, este aumento en número de plazas no significó la mejoría de los contenidos curriculares, así como tampoco la enseñanza de estos contenidos, pues a decir de Kent y Ramírez, se “incorporaron a la profesión académica [docente] jóvenes recién egresados de una licenciatura, algunos sin haberla terminado. Estos se iniciaban como profesores sin tener experiencia en la docencia ni en la disciplina y se habilitaron como profesores aprendiendo el oficio sobre la marcha. A partir de lo aprendido de sus propios profesores, muchas veces repitieron el camino de prueba y error recorrido por aquellos”. (Kent, R. y Ramírez, R. 1998. p. 312). Es decir, que los antecesores de estos jóvenes docentes tampoco contaron, en su gran mayoría, con una formación conceptual, técnica, metodológica, teórica y científica de la pedagogía y su parte técnica (la docencia) antes de impartir o enseñar su propia disciplina.

Esta situación y la experiencia vivida por más de 28 años de ejercicio docente, hicieron posible la recopilación y redacción de las ideas básicas que componen el contenido del libro “Planeación diaria de la clase; guía para el docente”, para someterlo a la consideración de los profesionistas que practican la labor docente sin una capacitación previa en la docencia.

El contenido del libro tiene el propósito de apoyar y orientar a los profesionales de otras disciplinas no pedagógicas, que tienen la oportunidad y la alta responsabilidad de trabajar como profesores, sin haberse formado previamente como docentes. Principalmente a los que se inician, que como en mi caso particular cuando empecé a trabajar en la docencia, carecía de los principios conceptuales, metodológicos, técnicos, teóricos y científicos de la docencia para llevar a cabo el trabajo docente.

El trabajo docente o el “dar clases”, como se dice comúnmente en el ámbito laboral educativo, es una labor complicada y difícil que demanda para su buen desarrollo de un mínimo de rigor metodológico y técnico para garantizar en el mayor porcentaje posible, el alcance de los objetivos didácticos que exige cada sesión de trabajo frente a grupo y con el grupo.

El desarrollo de un trabajo docente de calidad requiere de una serie de elementos, entre los que destacan los métodos y las técnicas a considerar para alcanzar dicha calidad. Entre estos elementos, también se distinguen el papel de liderazgo que asume el profesor cuando está trabajando frente a grupo y con el grupo, el trabajo de planeación cotidiana que debe llevar a cabo antes de presentar su clase en cada sesión de trabajo docente, y el manejo de grupo que debe dominar el profesor para captar la atención del alumno, por un lado; y por otro, para motivar y mantener su interés y participación en el tema de la clase.

Liderazgo.

Pues bien, quiérase o no, cuando el profesor se presenta frente a grupo, automáticamente se convierte en líder, para bien o para mal. Pero se convierte en líder del grupo con el cual trabaja, por lo que es necesario considerar algunas reflexiones sobre este tema.

Primero, se debe partir del entendido operativo de que el liderazgo lo constituye un “conjunto de cualidades naturales o adquiridas, que distinguen a las personas en la orientación y conducción de sus propias acciones, en primer lugar; y segundo, en la colaboración para orientar y conducir las funciones de los miembros de una organización o empresa, hacia el logro exitoso de sus objetivos y metas”. (Borhino, M. 2004, p. 49-50)

Para que este liderazgo tenga consistencia y permanencia en el profesor, éste debe considerar lo que Borghino recomienda en los siguientes aspectos:

  1. Que la limitación de toda persona para construir su liderazgo, está en las actitudes que ha ido moldeando su modelo de pensamiento. En estas actitudes es en lo que se debe de trabajar.

  2. La única limitación que existe para el progreso de todo ser humano, es la que se impone a sí mismo, de manera consciente o inconsciente.

  3. El temor a actuar es una falsa sensación que parece real. El miedo es un limitador universal que inhibe al ser humano, lo aferra al pasado y lo hace vivir una vida inferior. Si usted desea grandes logros como líder, debe aprender a controlar el temor y el miedo.

  4. Un proyecto de vida será útil, siempre y cuando sea precedido por la acción. La mayoría de las personas se arrepienten de las decisiones que dejan de tomar, porque nunca sabrán si esa decisión era la gran oportunidad de su vida. El líder jamás corre el riesgo de perder oportunidades.

  5. El líder siempre tiene un plan. La mayoría de las personas carecen de un plan de vida, por lo que fracasan por omisión. La planeación estratégica de su vida antecede a cualquier proyecto; si trabaja en ello, su calidad como líder se constituirá desde su fortaleza interior.

  6. La imaginación permite ampliar el entendimiento de las cosas, de tal forma que si su mente entiende más allá de lo que ve, podrá incursionar en el mundo de las oportunidades y su liderazgo se fortalecerá para resolver problemas complejos.

  7. Lo que limita al individuo para ser un gran líder no es lo que el individuo es, sino lo que cree que es.

  8. El líder comprende que la adversidad no es un estado permanente del ser humano, por ello tiene fe y convicción para persistir e insistir ante la adversidad.

  9. La fuerza de un líder nace en su interior, de donde construye su realidad exterior. Vea la vida con los ojos de la sabiduría, del propósito y de la oportunidad. El líder sabe que las grandes batallas primero se ganan en su interior y no a la inversa. Es un principio que no se puede invertir y que usted como líder debe dominar.

  10. Quien no sabe ser líder, tampoco comprende que su éxito personal precede a su capacidad para tener éxito con los demás. No busque las oportunidades afuera, en el mundo de las cosas. La oportunidad se origina en usted.

Planeación de la docencia.

Para hablar sobre la planeación docente, es necesario ubicar esta labor en el contexto de la acción educativa en general. La educación como la ciencia que estudia el problema educativo concerniente a la preparación y formación de las nuevas generaciones, para que participen en el desarrollo de la sociedad como componentes útiles y positivos, de una manera eficiente y permanente, en todos los aspectos; necesita de un trabajo de planeación en diferentes niveles. Desde el punto de vista de un país, se pueden distinguir los siguientes niveles de planeación:

  1. Planeación educativa nacional.

  2. Planeación educativa institucional.

  3. Planeación curricular.

  4. Planeación del programa de cada materia de un plan de estudios.

  5. Planeación de clase.

El tema que se presenta a la consideración de los profesionistas en ejercicio docente, “Planeación diaria de la clase en educación superior; una propuesta”, corresponde al quinto nivel de planeación de un sistema educativo nacional y está relacionado con el libro sobre esta temática, el cual solo ofrece algunas pautas básicas a seguir para redactar la “visión anticipada” de lo que el profesor pretende hacer en cada hora clase de trabajo docente, con el propósito de iniciar en el profesor el desarrollo del “hábito” de la labor de planeación cotidiana de su trabajo educativo.

El propósito de este es exponer algunas ideas que puedan auxiliar al docente en ejercicio que no fue formado para dicha labor. Como ya se dijo, se prestará especial atención al que inicia su trabajo como profesor y que tampoco fue preparado para la docencia.

En el desarrollo de su labor diaria se considerará “el antes, el durante y el después” de cada sesión de trabajo para fomentar en el profesor una dedicación cotidiana para el trabajo docente bajo su responsabilidad, que le facilite la superación personal y le permita ofrecer una instrucción siempre y cada vez más eficiente.

Para cumplir con los propósitos enunciados, este documento expone y explica enseguida el contenido de los cinco capítulos del libro en cuestión, de la siguiente manera:

La docencia.

Presenta en este capítulo una breve descripción de la docencia y de los temas que la engloban para ubicarla en el contexto pedagógico y curricular. Define de manera operativa la pedagogía, el currículum y la didáctica.

Planificación didáctica.

Aborda el trabajo de la planeación del trabajo docente en dos niveles. Uno, al nivel de todo el programa de un curso o materia. Y dos, la planeación de cada clase en particular. Enfatiza que uno de los productos que se puede alcanzar, como añadidura, con este trabajo cotidiano de planeación, es la transmisión de actitudes positivas y constructivas. En otras palabras, la transmisión de valores como la responsabilidad, la disciplina y el cumplimiento de compromisos contraídos.

Planificación de una clase.

Veamos a continuación lo referido al objetivo didáctico, la clasificación de los objetivos didácticos y qué es la realización del trabajo docente basado en los objetivos didácticos.

Se señala con énfasis que el objetivo didáctico es el punto de referencia que permite, de manera general:

  • Derivar de él, el contenido o contenidos de un tema a enseñar.

  • Marcar el rumbo que tomarán las acciones durante la enseñanza.

  • Facilitar la dosificación y el ordenamiento de la información sobre los conocimientos, las habilidades y actitudes a enseñar.

  • Orientar la selección de los materiales didácticos a utilizar para el trabajo docente.

  • Facilitar la distribución del tiempo para la enseñanza.

  • De manera específica u operativa, el objetivo didáctico sirve para:

  • Describir la conducta (aprendizaje) que se espera del alumno después de la clase.

  • Especificar la acción con la cual se debe ejecutar la conducta esperada al término de una exposición.

  • Señalar el tema o la materia en la que se debe ejecutar la nueva conducta.

  • Explicar las formas y maneras en las que se debe ejecutar la nueva conducta y el soporte sobre el cual se debe llevar a cabo la conducta.

  • Establecer la medida en la que se acepta como satisfactoria, la respuesta que demuestre el dominio de la nueva conducta (aprendizaje) adquirida.

El plan de clase como el documento y producto final del trabajo de planeación. Contiene el material didáctico a utilizar durante la clase y la bibliografía de las lecturas de apoyo para la clase en particular. Este incluye el diseño de un formato para elaborar un plan de clase. En este formato se proponen cinco secciones para su estructura. Estas secciones son:

  • Datos o ficha de identificación.

  • Secuencia de actividades.

  • Técnicas didácticas.

  • Material didáctico.

  • Bibliografía.

  • Ejemplo del formato de un plan de clase.

PLAN DE CLASE
DATOS O FICHA DE IDENTIFICACIÓN:
ESCUELA O INSTITUCIÓN EDUCATIVA:
CARRERA O NIVEL:
MATERIA:
SEMESTRE: PERÍODO: HORARIO: DÍAS:
SECUENCIA DE ACTIVIDADES:
INTRODUCCIÓN:
Tema:
Objetivos:
Importancia:
Utilidad:
DESARROLLO:

  1. Anotar tema y objetivos en el pizarrón.

  2. Entregar y recoger tareas cuando haya.

  3. Pasar lista.

Resumen:
Acuerdos:
Agradecimiento:
TÉCNICAS DIDÁCTICAS:
MATERIAL DIDÁCTICO:
BIBLIOGRAFÍA:
FORMATO QUE SE PUEDE CAPTURAR Y GUARDAR EN ARCCHIVO DIGITAL CON EL NOMBRE GENÉRICO DE: PLAN DE CLASE-FORMATO
Ejemplo de un plan de clase desarrollado con base en el formato anterior:
UTAN-DDU-PC 2-1
PEDAGOGIA PC 2-2
EDUCACION PC 2-3
SIST EDUC MEX PC 2-4
EDUC SUP EN MEX PC 2-5
PEDAGOGÍA-AUXILS PC 2-6
UNIVERSIDAD TANGAMANGA
UNIDAD DE POSTGRADO
MATERIA: Didáctica de la Docencia Universitaria.
NIVEL: Maestría en Educación.
CICLO: Segundo. FECHA: 20-junio al 18-julio del 2013.
HORARIO: 16:00-21:00 DIAS: Jueves ALUMNOS: 00
PROFESOR: Dr. Agustín Gutiérrez Chiñas

SECUENCIAS DE ACTIVIDADES:

INTRODUCCIÓN:

Tema: Educación universitaria o superior en México.

Objetivos:

1. Definir de manera operativa la educación o pedagogía.

2. Ubicar la educación superior en el Sistema Educativo Mexicano.

3. Enlistar los niveles de educación superior.

DESARROLLO:

1. Pasar lista.
2. ¿Qué es la pedagogía o educación? Ciencias auxiliares: PC 2-6
3. Leer en pantalla PC 2-2. Pedagogía.
4. Leer en pantalla PC 2-3. Educación.
5. Redactar una definición operativa de pedagogía o educación en una hoja para entregar al final de la clase.
“Preparación y formación del individuo para ser útil a sí mismo en primer lugar; y segundo, para ser también útil a los demás individuos que lo rodean.”
6. Enlistar los niveles de educación del Sistema Educativo Mexicano. PC 2-4, págs. 11, 13 y 14.
7. La educación superior consta en México de los siguientes niveles:
7.1 Licenciatura.
7.2 Especialidad.
7.3 Maestría. Posgrado. PC 2-5
7.4 Doctorado.

CONCLUSIÓN:
Resumen:
Acuerdos:
Agradecimiento:

TÉCNICAS DIDÁCTICAS:
Exposición. Interrogatorio. Lectura en clase. Redacción de conceptos operativos.

MATERIAL DIDÁCTICO:
PC. USB. Pantalla. Pizarrón.

BIBLIOGRAFÍA:
Pedagogía. s.p.i. 2 p. (fotocopias) PC 2-2
Educación. s.p.i. 8 p. (fotocopias) PC 2-3
Sistema Educativo de México. s.p.i. 17 p. (fotocopias) PC 2-4
La educación superior en México. Mexicali, BCN: CETYS, 2006. 9 p. (fotocopias) PC 2-5
Gutiérrez Chiñas, A. Planificación diaria de la clase; guía para el docente. México:Trillas, 2012. p. 11-16 (77 p.) ISBN: 978-607-17-1080-2 Manejo de grupo.

Manejo de grupo.

Esta es una temática merecedora de una atención especial, porque demanda del profesor una actitud de apertura, cordialidad, cortesía y de respeto amplio y flexible con el alumno. Requiere el dominio y manejo de manera simultánea de la serie de técnicas que componen el manejo de grupo que durante el trabajo docente es difícil y complicado. Esto hace que el profesor no solo deba conocer su disciplina y sus técnicas didácticas, sino que también debe manejar la conducta humana, para que a través de su actuación auténtica ante el grupo y con el grupo, logre establecer comunicación con sus alumnos por un lado, y por otro, lograr convencerlos e involucrarlos en su propio proceso de preparación y formación para la vida.

Aquí se establece la definición operativa del concepto manejo de grupo como una “serie o conjunto de técnicas que sirven para captar y mantener de manera constante y permanente, la atención y participación del alumno durante una sesión de trabajo docente, para estimular y aumentar su interés en el desarrollo de la clase o exposición”. Las técnicas que recomienda este manejo de grupo son:

  1. La presentación personal ante el grupo.
  2. La puntualidad.
  3. El conocimiento del tema que se expone.
  4. El uso del lenguaje apropiado.
  5. La atención visual.
  6. El desplazamiento.
  7. La mímica.
  8. La estimulación a la participación.
  9. El chascarrillo o la anécdota.
  10. El uso del material didáctico.
  11. El plan de clase.
  12. El amor a la docencia.

¿Cómo enunciar y explicar las anteriores técnicas del manejo de grupo?

  • La presentación personal ante el grupo.

    Se dice que la primera impresión cuenta mucho, y que deja una huella difícil de borrar para bien o para mal, en las personas con quienes se encuentra por primera vez.

    Este fenómeno del primer encuentro del profesor con sus alumnos, se da de manera cotidiana en el aula o en el auditorio in situ o virtual, cada vez que el profesor se presenta a su sesión de trabajo docente. Por esta razón, la presencia física durante la labor docente se debe cuidar y conservar en los siguientes aspectos: presentación personal ante el grupo con relación a su vestir, aseo e higiene, con una actitud positiva, cordial y de servicio que debe mostrar por su materia, en primer lugar; y en segundo, por su trabajo docente.

    Hay que tener presente siempre que el docente, lo quiera o no, se convierte en líder y guía del grupo con quien trabaja durante su ejercicio docente. El desaliño, el desgano y el enfado siempre causan rechazo y mala impresión, todo lo contrario de lo que provoca la pulcritud.

  • La puntualidad.

    Ser puntual, provoca un sentimiento de seguridad y confianza de los demás hacia la persona que practica la puntualidad.

    Especialmente en la enseñanza de valores y principios, el profesor influye mucho en sus alumnos con su disposición constante para cumplir en tiempo y forma sus deberes, en bien de la formación integral (conocimientos, habilidades y actitudes) de los educandos que tiene bajo su responsabilidad. Se debe tomar en cuenta en todo momento, el tiempo de que dispone el alumno o auditorio, durante el cual puede prestar atención sin cansarlo o fastidiarlo.

    Es decir, respetar el tiempo destinado para cada sesión de trabajo, que como ya se dijo, su unidad de medición es la hora de 60 minutos. Por lo que puntualidad implica considerar el tiempo programado para la sesión en primer lugar; y segundo, el tiempo del auditorio; y en tercer lugar, el tiempo destinado al siguiente profesor u orador.

  • El conocimiento del tema que se expone.

    El conocimiento del tema que se enseña se debe reflejar en el dominio y manejo de la información, que el profesor debe poseer sobre la materia que imparte a sus alumnos, de tal manera que los educandos se queden atrapados e involucrados en el tema, por la riqueza de sus exposiciones y explicaciones.

    Este conocimiento se debe manifestar en el manejo de los conceptos en su definición y explicación enriquecidos con ejemplos, ilustraciones y aplicaciones con casos variados, en el orden establecido en su plan de trabajo, en las actividades inherentes al tema de la clase, evitando el uso de acordeones abiertos o simulados durante su trabajo. Es decir, evitar leer en papel o en los acetatos, escribir en el pizarrón o dictar durante los 60 minutos de cada sesión docente.

  • El uso del lenguaje apropiado.

    Consiste en utilizar un vocabulario común al del alumno, con una tonalidad de voz variada y congruente con el tema de la información que se expone y transmite, con una velocidad moderada, sin muchos tecnicismos y sin vicios verbales como “este”, “verdad”, “no”, entre otros vicios.

    La modulación de la voz debe estar de acuerdo con el tema que se expone sin caer en la monotonía que duerme como lenguaje hipnótico. Es decir, si se está explicando algo sobre el estallido de una bomba o de un cohete, el volumen de voz debe ser alto sin llegar a ser un grito; y si la explicación versa sobre la expresión del dolor que causa una herida hecha con un arma punzo cortante, probablemente se tenga que elevar más el volumen de voz. No hablar muy rápido, pero tampoco muy lento.

    Las expresiones como “um”, “eh”, “este”, “me explico”, “pues”, “bueno”, entre otras, repetidas con mucha frecuencia durante una exposición; solo expresan pobreza de vocabulario y limitación en la expresión de las ideas en una lengua rica en vocablos. Evitar el uso de las “muletillas verbales”, conduce a un trabajo fluido, expedito y dinámico.

  • La atención visual”.

    El atender y ocuparse del alumnado de manera permanente con la mirada de forma cordial y respetuosa, es otra habilidad que facilita mantener el contacto y la comunicación con el alumnado o auditorio.

    Esta atención debe estar orientada motora y visualmente hacia todos los alumnos, así como a cada uno de ellos en particular, especialmente cuando el alumno participa preguntado, opinando o compartiendo información adicional al tema de clase o de trabajo.

  • El desplazamiento.

    El movimiento corporal del profesor o conductor de un proceso de enseñanza-aprendizaje, juega un papel interesante en el desarrollo de una sesión de trabajo de esta naturaleza, porque llama y mantiene activa la atención del alumno hacia su desplazamiento y a su vez lo sigue con su mirada.

    Este movimiento corporal debe ser de un lado a otro en forma lenta, permanente y siempre de frente al grupo. En algunas ocasiones el profesor se puede desplazar entre los miembros del grupo.

  • La mímica.

    La expresión de las ideas por medio de los gestos de la cara y del movimiento de los brazos y de las manos, también refuerzan el énfasis del entusiasmo que el profesor imprime a su trabajo, por un lado; y por otro, llama y mantiene la atención de su grupo para captar y entender la enseñanza que se le transmite.

    Este lenguaje no verbal se refiere en particular al movimiento de las expresiones faciales del profesor, así como también al movimiento de sus brazos y de sus manos, que se deben dar en forma natural, variada y de acuerdo con el tema de la clase.

  • La estimulación a la participación.

    Avivar y aumentar el interés del alumno por su actividad, participación y función en su papel de aprendiz, es otro ingrediente que mejora la receptividad y respuesta del alumno en el tema de la clase, por lo que se le debe reforzar positivamente y estimular por medio de elogios corteses pero sinceros, que se le deben brindar por los avances que él logra en su aprendizaje.

    Estos elogios o reconocimientos se deben brindar de forma inmediata, es decir, en cuanto el educando muestre el aprendizaje logrado. El reconocimiento de un trabajo hecho, por más modesto que sea, siempre es confortable, estimulante y motivante.

  • El chascarrillo o la anécdota.

    El salpicar con algún relato breve, por medio de comentarios amenos un suceso gracioso en momentos oportunos, pero relacionados con el tema que se enseña, también ayudan a propiciar un ambiente agradable durante el trabajo de clase. Estos comentarios anecdóticos se deben de hacer respetando siempre al alumno. No hacerlos, nunca a costillas del alumno.

  • El uso del material didáctico.

    Al escribir, desarrollar una fórmula o bosquejar una ilustración en el pizarrón, evitar hacerlo por más de un minuto continuo. Dicho en otras palabras, distribuir el tiempo considerado para el uso del pizarrón o de cualquier otro material didáctico, en tiempos mínimos, para poder estar siempre de frente al grupo o auditorio.

  • El plan de clase.

    El plan de clase, como el documento que tiene descrito la “visión anticipada de lo que se va a hacer” durante el acto docente, es el soporte y apoyo que el profesor debe tener a la mano como guión de su desenvolvimiento laboral frente a grupo y con el grupo. El contar con un plan de clase favorece un trabajo fluido, ágil y dinámico, que además le da certidumbre al profesor para evitar la improvisación y la duplicidad de esfuerzos, tiempos y movimientos.

    Esta certidumbre se refleja también, en la seguridad y convicción con las que el profesor desarrolla su trabajo docente. La elaboración de cada plan de clase, obliga al docente a revisar la información de su materia, que como consecuencia natural lo mantiene actualizado en su curso de enseñanza.

  • El amor a la docencia. Es decir, al trabajo docente que se practica.

    El sentimiento y el deseo por buscar el bien ajeno y disfrutarlo se llama amor. Este sentimiento es el ingrediente que mueve y da vida, sabor y gusto a toda actividad humana, y por lo mismo, también al trabajo docente que pretenda ser de calidad y humana precisamente.

    El afecto, la cortesía, cordialidad y el esmero que se agregue al trabajo docente, será el plus o valor agregado que permitirá disfrutar de manera plena la satisfacción del deber social cumplido.

    La formación y preparación de las nuevas generaciones que la sociedad demanda para la satisfacción de sus necesidades de productos, bienes y servicios, también requieren del desarrollo de esta habilidad afectiva por el bien ajeno.

    Para cerrar este capítulo, se puede decir que el desarrollo simultáneo ante el grupo y con el grupo de las habilidades expuestas sobre el manejo de grupo, implica que el profesor debe sentir y vivir lo que enseña, de tal suerte que lo convierta en un verdadero actor, orientador y conductor del contenido de sus propias enseñanzas.

CONCLUSIONES

El plan de clase es solo un documento orientador de la acción docente. Es decir, no debe convertir al profesor en un autómata que solo repite lo escrito en el plan. El plan no debe limitar la creatividad, la inventiva, la improvisación y la espontaneidad del profesor durante el desarrollo de su clase.

El plan de clase solo debe ser el guión que oriente y canalice el desarrollo de las acciones del trabajo docente, sin despojar al profesor de sus propias características positivas y constructivas para enriquecer la clase.

Al inicio de clase de una materia o asignatura, es recomendable establecer las “reglas del juego”. Entre estas reglas destaca el tiempo de tolerancia para iniciar cada sesión de trabajo docente.

En sesiones de trabajo docente de dos o más horas seguidas frente a grupo y con el grupo, además de establecer el tiempo de tolerancia de inicio, es muy recomendable establecer también los tiempos de receso de las sesiones que superan las 2 horas de trabajo continuo.

El empezar una sesión de trabajo docente prolongado más allá de la hora clase, sin establecer los tiempos de receso y término, produce incertidumbre y ansiedad que al final de cuentas generan cansancio y aburrimiento, que terminan por menguar y matar el interés del alumno en la clase.

No hay nada más aburrido y desesperante que el no saber cuándo va a terminar una sesión de trabajo de esta naturaleza.

Además de respetar el tiempo del alumno, también es necesario considerar y respetar el tiempo del profesor que sigue después de nuestra clase. Así como dejar limpio el pizarrón y recoger el material didáctico utilizado.

Por último, solo deseo dejar como reflexión sobre el trabajo docente, lo que el contenido de esta exposición pretende propiciar:

“El dar una buena, pero muy buena clase, exige también una buena, pero muy buena preparación y planeación de la misma”; por lo que también se puede decir que:

“Planear lo que se va a enseñar, es aprender dos veces”.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Borghino, M. (2004). El arte de dirigirse y dirigir; construya el liderazgo en su interior. México: Grijalbo.

Gutiérrez-Chiñas, Agustín. (2012). Planeación diaria de la clase; guía para el docente. México: Trillas.

Kent, R. y Ramírez, R. (1998). La educación superior en el umbral del Siglo XXI. IN: Latapí Sarre, P., coord..Un siglo de educación en México. México: CONACULTA/FCE, v. 2.

Nérici, I.G. (1984). Hacia una didáctica general dinámica. Buenos Aires: Kaplusz, reimp.