Vol. 1 Nro. 29 (2015) ISSN: 1682-2749 Enero - marzo

LA FORMACIÓN LITERARIA DEL MAESTRO PRIMARIO PARA LA DIDÁCTICA DE LA LITERATURA INFANTIL

THE LITERARY FORMATION OF THE ELEMENTARY TEACHER IN THE DIDACTIES OF CHILDREN´S LITERATUREANTIL

José Antonio Colomé Medina1
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RESUMEN:

La formación de un lector es una tarea difícil, sin embargo cada vez es más numerosa la bibliografía acumulada con valiosas experiencias realizadas por educadores en diferentes latitudes; conscientes del imprescindible papel de la lectura para la formación integral del ser humano, que implica en él ser un lector, capaz de contagiar el hábito de leer con su ejemplo, de ahí que como maestro posea una formación literaria a partir del conocimiento cabal de la literatura infantil, pues la mayoría de las personas sienten la necesidad de la lectura, si entran en contacto con ese fascinante mundo, desde las edades más tempranas.

Palabras claves: formación literaria, literatura infantil.

ABSTRACT:

The formation of a readers is a difficult task, nevertheless, the bibliography accumulated is each time more numerous with valuable experiences carried out by educators from different latitudes, conscious of the indispensable role of reading for the comprehensive formation of the human being, what for him, implies to be a reader able to propagate the reading habit with his example. That´s why, he as a teacher, must have a literary formation based on his knowledge of children literature, because most of the people feel the need of reading, if they make contact with that fascination world, since the earliest ages.

 

Keywords:literary formation,children literature.

INTRODUCCIÓN

La educación superior es un agente sociocultural protagonista en la vida de una sociedad, que impulsa el pensamiento científico para generar conocimientos que ayuden al ser humano en su realización integral.De ahí el encargo social dado a las universidades de ciencias pedagógicas de formar los profesionales responsabilizados con la dirección del proceso educativo en una sociedad dinámica y compleja, cuyo propósito es que las nuevas generaciones adquieran una cultura general integral a partir de un enfoque pedagógico, humanista y desarrollador.

Enseñar a leer bien es enseñar a dominar las palabras; al respecto R. Ferrer señaló:

Más que una materia escolar, la lectura es la capacidad humana a cuyo desarrollo tienen que dedicar los maestros y profesores todo su interés y todos sus esfuerzos, puesto que ella representa un instrumento de acceso al conocimiento de todas la materias y un medio autodidáctico insustituible para que pueda desenvolverse el proceso continuo de formación y desarrollo del ser humano, que constituye la educación (Ferrer, 1980, p. 14).

Leer bien se convierte en una máxima para todo maestro. Él, con su ejemplo, contribuye a formar hábitos correctos en sus alumnos. “Si el docente -de cualquier nivel- no contagia el interés por la lectura, a partir de su pasión personal por ella, es prácticamente imposible ganar la batalla de formar y desarrollar lectores expertos y sensibles” (Rodríguez, 2002 p. 15). Lo anterior adquiere mayor connotación en el maestro de la escuela primaria que tiene la responsabilidad de dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura y su comprensión y con lo cual se favorece el cuidado, mejoramiento y enseñanza de la lengua materna desde todas las asignaturas del currículo escolar.

De ahí que, uno de los desafíos en las universidades de ciencias pedagógicas es “lograr que los maestros y profesores sean usuarios modélicos del lenguaje oral y escrito, de tal modo que a partir de sus experiencias puedan comprender y dirigir acertadamente los procesos de enseñanza aprendizaje de sus estudiantes” (Montaño, 2010, p. 132). En correspondencia con ello una de las exigencias está en la atención a la lectura como punto de partida de una formación literaria de acuerdo con el perfil de la carrera pedagógica.

Para que la lectura sea en la escuela primaria el momento y el espacio de la salvación de la literatura, se requiere un maestro que sea capaz de contagiar el deseo de leer, con una formación literaria (Fierro, 2011) que le permita elegir, sugerir y orientar lecturas, ser un entusiasta lector, para ello debe “conocer la literatura infantil y además saber utilizarla para invitar al escolar a la lectura del libro y su disfrute” (Bermudo, 2011, p. 193).

DESARROLLO

La formación literaria se concibe como un procesoque parte de incorporar la lectura de la literatura a la actividad y la comunicación en el modo de actuación profesional pedagógico en la que se articulan diversos saberes que implican la relación del lector con el texto literario que van desde el conocimiento de las obras y sus autores hasta propiciar la adquisición de hábitos lectores y de actitudes de apreciación y valoración de la creación literaria.

Un aspecto de la formación literaria del maestro primario está en su papel como mediador para que desde los primerosgrados, los alumnos "sientan interés por la lectura; lean en forma independiente obras de laliteratura infantil, periódicos, revistas y otros materiales adecuados a su edad; aprecienla belleza en sus distintas formas y en particular, en la palabra hablada y escrita."(Arias, 2006, p 12)

Al respecto, en los diferentes grados se incluye un objetivo dirigido a este fin: desarrollar el gustoe interés por la lectura, lo que se traduce en:

  • estimular el deseo de poseer, emplear e intercambiar libros;
  • aprender a disfrutar de la lectura;
  • participar en ferias, exposiciones, concursos y en otras actividades relacionadas con los libros;
  • comentar sobre visitas a librerías, bibliotecas, exposiciones;
  • expresar opiniones sobre libros leídos, publicaciones y presentaciones de libros;

Para el logro de estos objetivos resulta de gran importancia el repertorio de cuentos que le han sido narrados o leídosantes de haber dominado la técnica de la lectura. En este sentido un inicio agradable está en incluir obras de la literatura infantil adecuadas a lasnecesidades e intereses de las distintas edades para facilitar el disfrute de la lectura, es necesario entonces saber “qué es la literatura infantil, sus funciones y principios y qué potencialidades educativas le son inherentes, así cómo poder aprovecharlas” (Bermudo, 2011, p. 193).

Existen diversas definiciones de literatura infantil, no obstante su coincidencia está en reconocer que el texto que se presenta se caracteriza ante todo por el respecto al niño, la sensibilidad, ternura, expresiones accesibles a estas edades, con palabras de su vocabulario - lo queno excluye la introducción de nuevos vocablos, comprensibles por el contexto o por las ilustraciones-, con diferentes formatos y tipografíasque contribuyan a una lectura fácil. Al respecto resulta significativo que:

La literatura infantil es una fuente inagotable en este sentido y ofrece al maestrouna insospechada reserva de posibilidades para que los lectores recién iniciadospuedan descubrir que detrás de las palabras también puede esconderse lafantasía, que en los libros no solo se atesora el saber, sino también lo que puedesoñar, que en ellos se estudia y también se juega con la imaginación al ponerrostro y figura a sus personajes, color y forma a los paisajes, en fin, vida a la letraimpresa. (Arias, 2006, p. 7)

Como parte de la formación literaria del maestro está el conocimiento de los gustos y preferencias que tienen sus alumnos por la lectura de diversos temas y cómo se relacionan con los diferentes momentos del desarrollo en la edad escolar. En el estudio realizado por Arias (2006), se ofrece una caracterización que permite la selección y orientación de los textos para la promoción y animación de la lectura en la escuela primaria.

Los lectores debutantes (1º y 2º grados) entran al mundo del texto escrito con la adquisición de la lectura como instrumento que requiere esfuerzo y tiempo. Este aprendizaje cada uno lo realizará según su propio ritmo y de manera muy personal. Es fundamental transmitir confianza para que adquieran seguridad. Se debe recomendar la lectura en casa e insistir con los padres en la necesidad de compartir, de dialogar acerca de lo que lee y leerle en voz alta.

En estas edades deben evitarse los interrogatorios largos, conversar sobre la obra, qué personajes le gustaron más y por qué, dibujar, hacer dramatizaciones, crear nuevos finales.

Es recomendable además que el maestro: facilite el tiempo y el espacio para leer dentro del aula, sea el intermediario entre ese niño y el libro, proporcione materiales; como revistas, historietas, libros de trabalenguas, adivinanzas y acertijos, entre otros.

Los lectores en formación (3º y 4º grados) ya dominan el mecanismo o técnica de la lectura, entienden un vocabulario más complejo y comienzan a formar el hábito de leer. Los textos crecen en extensión lo que requiere un mayor esfuerzo para su lectura.

Para estas edades son recomendables libros que tengan personajes protagónicos cercanos a los niños, que narren situaciones relacionadas con sus experiencias, relatos de suspenso y acción, cuentos sencillos. Estudios realizados demuestran que prefieren libros de aventuras, fantasía, humor, los cuentos clásicos, las fábulas, poemas, las historietas, libros informativos acerca de la naturaleza, el hombre, el cuerpo humano.

El maestro debe dar el ejemplo, leer delante de él y demostrarle que disfruta de la lectura, sugerir textos, ofrecer la oportunidad de elegir de acuerdo a sus gustos y preferencias, dejar siempre materiales de lectura y enseñarlo a descubrir para qué sirve cada libro, así dará seguimiento a cada niño en cuanto a su comportamiento lector.

En los lectores permanentes (5º y 6º grados) el interés por la lectura está en las historias de aventuras, de misterios, los relatos históricos y de carácter biográfico, los referidos al vida de los animales domésticos, salvajes, los viajes, las exploraciones, juegos, deportes, pero también los cuentos fantásticos y las leyendas. Prefieren textos con descripciones, argumentos claros, predominio de temas relacionados con su misma edad, sintaxis sencilla, ilustraciones que sirvan de complemento al contenido y no muy extensos.

El maestro tendrá siempre presente que el desarrollo del gusto e interés por la lectura no se logra espontáneamente, sino que es el resultado del trabajo dirigido y sistemático que implique a un conjunto de factores entre ellos la familia y la escuela en su papel relevante. Él como adulto, que pasa gran parte del tiempo con sus alumnos estará informado y orientado de qué libros recomendar, prestar, o regalar.

Es importante que conozca además de los libros, las técnicas de animación a la lectura que incentiven el deseo de leer. El conocimiento del argumento o temática de cada obra le permitirá determinar acertadamente qué libro es el más apropiado en correspondencia con los contenidos de los programas de estudio y abordarlos también en materiales, que no sean los libros de textos. Además estudiará la bibliografía a su alcance sobre literatura infantil y de promoción de la lectura: catálogos, diccionarios, revistas especializadas, los escritores que más se destacan en escribir para niños, las obras de otros países que pueden ser divulgadas, qué libros sirven de apoyo a su trabajo con las diferentes asignaturas, así reconocerá que la literatura infantil. “Ha de ayudar a una justa interpretación del mundo y de la sociedad (…) por lo que ha de hablarse a los niños a través de ella con un lenguaje de imágenes portadoras de los más notables sentimientos, hay que tejer y entretejer la expresión con las cualidades mejores del hombre.” (Portu, 1980, p. 16).

En todas las asignaturas es posible sugerir la lectura de otros materiales - libros,periódicos, revistas- para ello el maestro debe realizar un diagnóstico de los fondos bibliográficos que existen en su escuela a partir de:

  • Suficientes de títulos apropiados para las distintas edades.
  • Representación de la colección los clásicos de la literatura infantil universal.
  • Disponibilidad de títulos de autores cubanos para niños.

  • Presencia de diversos textos atractivos de divulgación científica, histórica, deportiva y cultural.
  • Existencia de obras de referencia (enciclopedias, diccionarios, atlas) actualizados y útiles.

Otro aspecto de interés a considerar en la formación literaria del maestro es la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje para la formación de hábitos de lectura. Una de las vías para este trabajo en la escuela primaria es mediante la lectura extraclase.

Esta actividad se concibe para todos los grados de la Educación Primaria como una modalidad en las clases de LenguaEspañola la cual constituye la base para desarrollar en los alumnos el interés por la lectura y elhábito de acercarse a los libros como fuente de saber y recreación.

Entre las características que la tipifican están: fomentar la cultura del alumno y la independencia cognoscitivaal aplicar lo aprendido en clases en otras obras por sí solos; se convierten en verdaderos talleres de creación, en los cuales expresan de manera espontánea y natural sus opiniones, criterios, puntosde vista, juicios y valoraciones acerca de los textos leídos en forma independiente; desarrollan la independencia y la responsabilidad personal al cumplir diversas tareas docentes con mayores niveles de exigencia; es el punto de partida para eliminar el carácter obligatorio de la lectura yconvertirla en un acto de placer.

El maestro para el desarrollo de esta modalidad tendrá presente que el acto de leer independientemente es complejo y variable por la implicación que tiene tanto la enunciación como la recepción del mensaje, por ello no debelimitar a sus alumnos en la interpretación. Al respecto, el escritor y profesor, Almendros,expresó que “No todo el mundo lee lo mismo en la misma página, aunquetodos entiendan por igual. En cada lector se refleja con mayor o menor riqueza o contono de diferente resonancia íntima las significaciones y los sentimientos que elescritor pudo dejar escritos”. (Almendros 1991, p. 171)

En la medida que el maestro prepare a sus alumnos para el análisis del texto,conocerá el nivel de desempeño en lastareas propuestas y exigirá un mayor esfuerzo intelectual para llegar a su solución. De este modo, tendrá éxitos en las lecturasextraclase, por cuanto el contenido de estas, lo constituye precisamente un texto que enfrentará de forma independiente,asumiendo un papel protagónico. En correspondencia con lo anterior otro aspecto de conocimiento por el maestro está en el desarrollo de las habilidades lectoras y los niveles de comprensión que permiten el tránsito por el texto en la obtención, procesamiento, evaluación y aplicación de la información de manera personal y valorativa, lo cual contribuye a “aumentar sustancialmente el círculo de lectura de los escolares y su cultura literaria,y darle oportunidad de aplicar, en forma independiente, las habilidades adquiridas”. (MINED, 2001, p. 32)

La utilización sistemática de la lectura extraclase en la escuela primaria propicia que los alumnos lean mucho más de lo que se logra en la actividad de lectura y así amplíen sus experiencias como lectores, esta modalidad bien dirigida yorganizada estimula el interés por la lectura y el amor hacia loslibros. Además incrementa la cantidad de libros leídos, y en la posibilidad de elección se enseña a seleccionar las mejores obras.

En el orden metodológico el maestro asumirá las diferentes formas organizativas que se orientan para cada grado, esta modalidad de clases en la asignatura Lengua Española constituye un sistema que se concreta en diferentes actividades según el calendario escolar, por tanto inicia con una clase introductoria con el objetivo de explicar a los alumnos los posibles textos que leerán durante el curso, esta selección por el maestro, depende del diagnóstico tanto de los gustos y preferencias por determinados temas, como de los fondos bibliográficos relacionados con la literatura infantil que posee la escuela para el grado que imparte.

Las siguientes clases se estructuran en tres momentos: introducción, análisis de la lectura realizada y recomendaciones para la próxima lectura. La clase final hará un cierre que permita el comentario, la valoración, el recuerdo de aquellos textos leídos y en la que deben quedar nuevas expectativas de lectura, tanto para la etapa vacacional como para el próximo curso.

Es de destacar que el desarrollo de cada lectura extraclase se caracterizará por la creación de un clima que favorezca en todo momento el interés y el deseo de leer, es entonces el maestro con su creatividad que planificará siempre una actividad diferente a partir de la utilización de procedimientos y actividades lúdicas que involucren a todos los alumnos, ejemplo de ello se ofrecen en los trabajos realizados por autores como Arias (2005) y Herrera (2002).

Un medio de gran utilidad para el maestro está confeccionar una ficha de lectura; es recomendable que de cada texto leído se elaboren en síntesis aquellos aspectos que permitirán su caracterización, lo cual facilitará tanto el control del trabajo realizado como la selección y planificación de actividades con nuevos textos. Asimismo el tránsito de un grado a otro enriquecerá el trabajo con la literatura infantil.

CONCLUSIONES

La formación literaria del maestro primario revela la necesidad del conocimiento de la literatura infantil por su contribución educativa y artística, que la selección de diferentes obras se corresponda con los momentos del desarrollo del escolar y sus preferencias de lectura, lo cual implica determinados fondos bibliográficos suficientes y de fácil adquisición.

En la escuela primaria el espacio por excelencia para el mejor acercamiento a la literatura infantil lo constituye la modalidad de lectura extraclase, reconocida en todos los grados para fomentar el interés y el amor por la lectura, de lo cual depende la dirección de manera creadora, flexible y novedosa del maestro.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Bermudo Benítez, Idalia (2011). “Literatura infantil: algunas razones para su aprovechamiento en la educación primaria”. En: Compendio de trabajos de posgrado para la Educación Primaria. Lázara Granados Guerra y coautores. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Ferrer Pérez, Raúl (1980).Consideraciones acerca de la enseñanza de nuestro idioma: sus principales problemas. Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos e inspectores de las direcciones provinciales y municipales de educación. Tercera parte. La Habana: s/e

Fierro Chong, Bárbara (2011). “Hacia una conceptualización de las dimensiones de la formación literaria de los estudiantes de carreras pedagógicas.” En: Revista Atenas. Matanzas, ISSN 1682-2749.

Herrera, Ramón Luis (2002). Magia de la letra viva. Cómo formar lectores en la escuela. (soporte digital).

MINED (2001) Orientaciones metodológicas. Tercer grado. Tomo I. 2ª Edición. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Montaño Calcines, Juan Ramón (2010). Seminario Nacional de preparación del curso 2010-2011. La Habana:Editorial Pueblo y Educación.

Portu, Consuelo y Mariela, Landa (1980). “Formación y desarrollo de valores éticos en el niño y el adolescente a través de la literatura. La literatura infantil y juvenil como creadora de valores estéticos en el niño y el adolescente.” En: Acerca de la literatura infantil. Selección e lecturas. Colectivo de autores. MINED. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

Rodríguez Pérez, Leticia (2002). Lectura y comprensión: propósitos, realidades, soluciones. En Curso: Español para todos. La Habana: s/e.