Vol. 1 Nro. 29 (2015) ISSN: 1682-2749 Enero - marzo

EL ESTUDIO DEL EPISTOLARIO MARTIANO EN LA FORMACIÓN LITERARIA DE LOS ESTUDIANTES DE LAS CARRERAS PEDAGÓGICAS

THE STUDY OF JOSE MARTI´S COLLECTED LETTERS IN THE LITERARY TRAINING OF STUDENTS TAKING PEDAGOGIC COURSES

Lourdes Díaz Domínguez1
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RESUMEN:

De todos los géneros cultivados por José Martí es el epistolario donde se conjugan con acierto las temáticas más diversas que muestran al hombre total, por su copiosa producción es complejo el trabajo para el acercamiento a cada uno de los textos, de ahí el valor de ofrecer procederes didácticos desde una indización temática por períodos, lo que favorece a los estudiantes del magisterio una vía de estudio de la literatura martiana como espacio para su formación literaria.

Palabras claves: epistolario martiano, literatura, formación literaria.

ABSTRACT:

Among all the literary genres developed by Jose Marti, the collected letters is where the most diverse topics show the man in all his dimensions. Due to his huge production it gets difficult to approach to each of his texts; that´s why it is so valuable to offer didactic procedures as a table of contents per periods which favors students in teaching training courses to have a study guide on Marti´s literature for their own literary training.

 

Keywords: Marti´s collected letters, literature, literary training.

INTRODUCCIÓN

La literatura no es solo reflejo de la realidad, sino forma parte de la realidad misma; no como mímesis sino como invención; no como producto de la lengua sino como expresión del habla. Por tanto se entenderá a la literatura no como un resultado de la cultura, sino parte de la cultura misma, entendido así se admite que la reflexión literaria tuvo que ampliar su espectro, al admitir la presencia de diversos tipos de emisores y de códigos incorporándose a las amplias concepciones de preceptivas en el decursar del tiempo.

Es a través de la lectura de la obra literaria que la literatura cumple su función de comunicación estética y crítica, generadora de nuevas formas de expresión de experiencias donde se ven representadas las actitudes humanas, de ahí su incidencia en la esfera de lo cognoscitivo y afectivo en el desarrollo de la personalidad.

La literatura como forma de la conciencia social, y actividad creadora contiene gran carga expresiva de valor estético, ideológico, ético y social con incidencia directa en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad. Portadora de vivencias afectivas lo cual favorece una mayor riqueza de las capacidades del ser humano, mientras que los procesos cognitivos vinculan el resto de las áreas del desarrollo intelectual: la percepción, la memoria y la atención de manera interrelacionadas para expresar modos de sentir, pensar y actuar en los seres humanos.

La obra de José Martí forma parte del canon literario de la cultura y educación cubana por ser portadora en su forma y contenido de una eximia calidad estética y ética, representativa de las ideas y valores culturales e ideológicos de nacionalidad e identidad cubana, traducido en virtudes formativas.

El Programa Nacional Martiano, ofrece a la educación las bases para el estudio de la obra martiana al plantear el propósito de:

Fortalecer el estudio y el conocimiento del pensamiento de José Martí en las clases y Aulas Martianas para propiciar el desarrollo de convicciones revolucionarias y antiimperialistas y la formación ética y estética de los estudiantes, priorizando la utilización del contenido de los cuadernos (…) Garantizar que en la superación de maestros y profesores esté presente el estudio de la obra martiana. (1989, p. 2).Le corresponde a la escuela como institución, seleccionar, organizar y dirigir el proceso de lectura e interpretación de los textos martianos a través del sistema de educación como vía para la apropiación de la herencia cultural que nos legó, lo más avanzado del pensamiento decimonónico, en especial José Martí.

En este artículo se expone cómo abordar en la enseñanza de la obra martiana el epistolario en la contribución a la formación literaria de los estudiantes de la carrera de Español –Literatura.

DESARROLLO

La literatura es una vía para el disfrute del universo íntimo, enigmático y posible de desentrañamientos del arte. La obra literaria como imagen artística parte de un cuadro objetivo de la realidad y termina siendo un producto subjetivo. A través de la literatura se accede a conceptos y concepciones de alcance cosmovisivo, ideológico. Se presentan las luchas de ideas, la conducta cotidiana de los hombres que a su vez posibilita acceder metodológicamente a los complejos análisis de los problemas de la vida humana.

La literatura actuará siempre como una experiencia transcultural en la medida en que nos pone en contacto y nos hace vivir otras vidas, lejanas o próximas en tiempo y espacio; nos sitúa en un proceso permanente de expansión y transgresión de la cultura propia. (Montaño, 2006, p. 25)

En sus destacadas reflexiones sobre la cultura y el papel de sus figuras en la conformación de la tradición cultural cubana, Armando Hart ha planteado:

Luz y Caballero dijo que Félix Varela fue el hombre que nos enseñó a pensar primero. Podríamos agregar: Luz nos enseñó a conocer; y Martí, sobre la base de esa tradición y su genio, a actuar. Pensar, conocer y actuar en función de los intereses de los pobres y de toda la humanidad, están en la raíz de la cultura decimonónica cubana que constituye el fundamento de la cultura general integral que las más importantes figuras de nuestra intelectualidad han sustentado”. (Hart, 2008, p. 4)

José Martí, sobre el fundamento de esa cultura, expuso en varios de sus escritos, sustentado en el rigor de la ciencia y de la belleza literaria que siempre acompañó su pensamiento, sus concepciones acerca de la relación de lo objetivo y lo subjetivo, de la razón y la prudencia y del conocimiento y la cultura como únicas formas de los hombres para conquistar la libertad. En su artículo Maestros Ambulantes, (1884), dejó un manifiesto ético con resonancia ilimitada para la educación, la naturaleza y la sociedad:

La felicidad existe sobre la tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica constante de la generosidad (…)Ser bueno es el único modo de ser dichoso. (…) Ser culto es el único modo de ser libre. (Martí, T. 8, p. 289)

La literatura posibilita acercamientos diversos al texto literario ya como placer ya como información, componentes para nada excluyentes en el proceso lector, solo que lo determinará la intención con que se asuma el acto de leer.

La literatura como fenómeno social, como forma de la conciencia social, es faena del pensamiento, de la sensibilidad, del talento y la cultura. En este sentido Lenin aportó el carácter histórico- social del reflejo por medio del contenido y la forma.El arte como producto de la labor espiritual del artista refleja las ideas, representaciones, ideales y las tendencias de la sociedad, en fin representa una determinada ideología. (Martínez Méndez, 1977: 10) La literatura es portadora de ideología, aunque no es un simple producto ideológico, es históricamente concreto sin embargo su paradójica atemporalidad adquirida por la trascendencia de las ideas e intencionalidad y finalidad artística rebasan el límite histórico social y clasista de su época para influir en los hombres de todos los tiempos por su proyección humana.

Se comparte con Markiewicz la idea de que ideología es “ un sistema de ideas (…) que describen y valoran la realidad, así como las directivas para la acción que de ellas resultan, que se hallan en concordancia con las necesidades e intereses consciente o inconscientes de un determinado grupo social.” (Citado por Czaplejewics 1989, p. 71).

La autora asume la opinión de Volóshinov, al referirse al carácter dual dela literatura:

La literatura es dialógica y también ideológica (…) La esfera de la ideología coincide con el territorio del signo y del significado. La esencia del signo consiste en que siendo parte material de una realidad, la señala. El signo refleja y refracta esa realidad. La puede reflejar fielmente o deformada y en esa orientación se oculta una enorme potencia ideológica (Citado por Czaplejewics, 1989, p. 79)

La literatura como ideología se distingue, entre otras cosas, por ocuparse del proceso de formación de la conciencia social en la vida social del hombre. Dispone la posibilidad de presentar en imágenes y reflejar el medio del que ella es parte y pertenece, y también, de otros medios ideológicos, ajenos a ella por razones históricas y culturales. La literatura se distingue por su universalidad.

La literatura es ideología en la medida que constituye y expresa significado vivo, concreto como rasgo esencial del habla. La palabra siempre está colmada de contenido y significado. Ese enunciado concreto y vivo es un enunciado ideológicamente lleno, pues como la aguja, se dirige siempre hacia la verdad, hacia la realidad, aunque a veces muestra una falsedad (Volóshinov, citado por Czaplejewics,1989, p. 84)

Esa dimensión es la que conduce, el estudio del pensamiento y de la obra del Apóstol como eje transversal en todos los niveles de enseñanza en Cuba. El epistolario martiano es de obligada consulta para el cabal conocimiento del educador, del creador, del revolucionario cubano y del “hombre entero” como lo llamó Juan Marinello.

De la carta fechada el 23 de octubre de 1862, dirigida a su madre, a las que cierran su epistolario, el 18 de mayo de 1895, una, extensa carta dirigida a su hermano del alma el mexicano, Manuel Mercado y otra, breves líneas al entrañable general Máximo Gómez, pocas horas antes de caer en combate en Dos Ríos, luchando por la libertad de Cuba, se extiende una larguísima zona de disímiles textos epistolares en los cuales este hombre dejó sin proponérselo, las muestras de un saber enciclopédico: literario, artístico, político, educativo, amoroso, familiar, táctico y estratégico, comunicativo, lexicológico. Todo, conocido, estudiado, experimentado como individuo en sus múltiples relaciones sociales y luego entregado desde una mirada y estilo original con tales dimensiones que son fuentes de indagaciones teóricas para muchas investigaciones y pivote de la política de la Revolución cubana y de los movimientos de liberación en Latinoamérica.

El epistolario martiano considerado un género literario particular dentro de la obra total del autor, singular por la intimidad del estilo escritural que lo caracteriza, al mismo tiempo, permite adentrarse en el suceso y fino detalle que dará a conocer a su destinatario a través del diálogo como forma elocutiva. La belleza expresiva con que aborda los diferentes asuntos en sus cartas, lo hacen uno de los más valiosos de la lengua española.

Aun en las cartas más íntimas, Martí no descuidó el uso correcto de la lengua y trató de hallar la frase nueva. Aunque su correspondencia la escribió sin intención literaria, esto es, de crear obra de arte, sus cartas han alcanzado particular notoriedad debido al valor de sus ideas y de los sentimientos expresados en ellas, por lo que constituyen excepcionales documentos para el estudio de su paradigmática personalidad e incidir en el desarrollo y formación humanista de las nuevas generaciones. La trayectoria heroica y revolucionaria martiana es posible leerla, conocerla y valorarla desde el estudio de su epistolario.

Considerar la vasta obra y pensamiento de Martí como depositarios de un proyecto para la formación ética del hombre, lo convierte en valiosa fuente para el estudio de su ética, para lo cual es necesario realizar valoraciones que den el justo lugar al tratamiento de la ética martiana en el contexto de la propia obra y de la escuela, sobre la base de los saberes que aportan hoy las ciencias, esencialmente, la Filosofía, la Ética, la Historia, la Psicología y la Pedagogía.

La necesidad de abordar a José Martí de forma que se integraran todas las facetas de su pensamiento universal en torno a su ética, llevó a la autora a la reflexión de que, siendo reconocido como uno de los grandes pensadores por su conocimiento ecuménico sobre el hombre, el desarrollo de las civilizaciones, su cultura y la vasta obra que nos legó en pos del mejoramiento humano, no se había planteado en torno a su epistolario un proceder metodológico para acceder a su estudio de forma integradora.

En documentos y fuentes bibliográficas pasivas sobre Martí, se aprecia el énfasis en la ética martiana, como resultado de lo que la ciencia ha desarrollado hasta la actualidad en el tratamiento de la obra martiana, lo cual la convierte en un contenido importante proyectado hacia la formación de valores, cualidades y sentimientos.

Al asumir que en la enseñanza de la literatura, el maestro ha de tener en cuenta la unidad de lo cognitivo y lo afectivo dada la naturaleza de la obra literaria y las características de los escolares con quienes interactúa.

En la formación inicial del docente de la carrera Español- Literatura hay que educar en que no es un lector común, es ante todo un investigador, un experto en la interpretación, la intuición, la deducción y el examen expresivo de la obra literaria, que implica discernir lo que queda dicho entre líneas, es decir en el subtexto. Para analizar el texto literario desde la perspectiva del profesional no basta con una sola lectura, es necesario más de una, extensiva e intensiva, con varios objetivos y, sobre todo, con el objetivo de seleccionar el método de análisis literario y entrar a la obra desde cualquiera de sus planos de análisis, que solo se establecen en un orden puramente metodológico.

El logro de una sólida formación lingüística y literaria en los estudiantes de la carrera constituye uno de los objetivos esenciales en su formación inicial, de forma tal que el desarrollo alcanzado en el dominio de la lengua materna y la literatura contribuya a perfeccionar el futuro desempeño como profesores de Español y Literatura en los niveles de secundaria básica y preuniversitario. Cada obra, según sus peculiaridades despeja el análisis por un plano determinado, el cual jerarquizará el docente con el fin de cumplir el objetivo propuesto desde las múltiples posibilidades de interpretación del texto y la capacidad de la literatura de establecer relación con el resto de las artes.

El enfoque integrador de la enseñanza de la lengua y la literatura, en estos niveles, se manifiesta en un profundo carácter interdisciplinar, como tendencia de la educación contemporánea, que en la literatura se revela en los componentes axiológicos y cognitivos y en particular, en la comunicación como eje fundamental. Esta concepción de la enseñanza de los contenidos literarios y lingüísticos, como un acto de cultura, de invitación a la creatividad, en conexión con otros campos del saber, constituye una idea medular, la literatura ha de ser percibida en relación con otras manifestaciones del arte y del pensamiento, para establecer nexos, asociaciones de contenidos culturales, que motiven el desarrollo de la competencia literaria y comunicativa.

La comprensión del texto literario en estrecha interrelación con otros textos, permite un análisis temático como saber reintegrador que puede generar un diálogo axiológico, histórico-.cultural, cognoscitivo, estilístico y sociológico de carácter interdisciplinario con otros textos, que permitirá el descubrimiento de nuevos significados en el texto que se lee y el establecimiento de relaciones sistemáticas de informaciones por vías que ayudan a reforzar los conocimientos y las habilidades, lo que permitirá al perceptor proyectar esa información a otros contextos.

Todo texto establece nexos de confluencia con otros, bien sea por el contexto, el autor, la temática, la época, las referencias, las coincidencias o desacuerdos y en esta interrelación otros textos surgirán de él, pues el lector al realizar una lectura creadora, construye su propio texto a partir de su época, de su espiritualidad, de su bagaje cultural y de las sugerencias que ofrece el texto, que permiten al lector descubrir por sí mismo nuevos contenidos.

En la formación inicial del profesor de Español-Literatura, el entrenamiento de la lectura intertextual, es un procedimiento que facilita al alumno/lector alcanzar los niveles superiores en la comprensión y disfrute estético del texto literario, a partir de la integración de nuevos saberes a saberes anteriores que produzcan nuevos textos a través de la absorción de otros.

El proceso de enseñanza- aprendizaje de la obra martiana es un problema profesional y no solo una tarea docente metodológica. Nada hay en Martí fuera de su moral, la realización de su capacidad de escritor, en prosa como en verso son instrumentos políticos. Su literatura, como su acción, está al servicio de un nuevo tiempo para su patria y para el continente americano. Le otorgó a la palabra una condición profesoral con suprema sensibilidad y exigencia para comunicar sus mensajes en cualquiera de los géneros trabajados.

Estudiar a Martí desde sus producciones es obtener la aprehensión acabada sobre la concepción de un hombre que le acompañaba una personalidad de naturaleza sensible y delicada fundida a un alma fuerte ante los avatares de la vida desde los iniciales días del presidio en Cuba hasta las penurias económicas en el exilio, las traiciones y desencantos que encontraba en la labor organizativa de su obra política.

Martí apuntaba en sus Escenas mexicanas, en la Revista Universal de México: “La inteligencia humana tiene como leyes la investigación y el análisis” (1963, T. 6, p. 234). Este sentido de estudiar las leyes del mundo y la actuación de los hombres lo hizo en función de ser útil a los demás a través de su aplicación como deber humano. Su pensamiento siempre estaba puesto en Cuba y cómo lograr su independencia, alentado por un patriotismo incorruptible. Fue un trabajador inteligente e infatigable sacrificado en aras de un ideal. Fue un intelectual convencido, hombre maduro que aun con el sabor que produce el dolor por los golpes de la vida, reflexionaba profundamente sin apartarse del objetivo para continuar su marcha.

En testimonio ofrecido por el periodista argentino Carlos A. Aldao, quien fuera compañero de trabajo de José Martí en 1893 en los días de Nueva York, emerge el sentido de austeridad moral que lo acompañó:

Si yo concibiera que puedo perfeccionarme, lo haría porque tengo voluntad′. Comenta el periodista. Y la tenía, sin duda alguna. Inteligencia eximia, corazón bien puesto, gustos delicados, aficiones artísticas, apreciador de todos los refinamientos del espíritu y del cuerpo, fue la voluntad férrea la que lo determinó a seguir un camino contrario a sus gustos y aficiones. (Aldao, C, 2012, p. 12).

La obra de José Martí contribuye a la formación humanista de los estudiantes de dicha carrera por la expresión de su pensamiento, hallarán al hombre como centro de su concepción del mundo, a la vez ideas y conceptos trasmisores de una inteligencia y sensibilidad estética, moral, ética e ideológica que conformará en ellos un elevado espíritu humano revelando su propia identidad como medio para educar su personalidad mediante su modo de actuación profesional concreto, donde cada aprendizaje nuevo requiere de ciertos conocimientos previos que relacionan lo cognitivo, lo afectivo y lo comportamental en el desarrollo del modo de actuación, singularmente en la especialidad. En este sentido Martí subrayaba: “El estudio es un mérito; pero la imitación es un error: más que error, una dejación de la dignidad de la inteligencia”. (1963, T. 6, p. 368)

El ser un profesional de la educación implica poseer una personalidad ejemplar por su conducta social, por el dominio de la lengua materna en su condición de comunicador excepcional, por el amor y cultivo de valores espirituales articulado a la función especialmente ética del profesor en el contexto social cubano.

En el proceso formativo de la universidad pedagógica cubana en entornos de elevada presencia de información, la exigencia social a los futuros profesores en formación como lectores competentes, implica ser modelo de lectores entusiastas, sistemáticos, inteligentes y críticos. (Fierro&Mañalich, 2012).

La literatura en tanto manifestación literaria, como capacidad y revelación del escritor para la captación mediante una imagen subjetiva (reflejo psíquico) de la realidad objetiva que le circunda, y existe independiente de él, devuelve su obra al lector a través de una imagen artística como universo de conocimientos, experiencias, virtudes, que en correspondencia con el desarrollo de diferentes fenómenos psíquicos: sensaciones, percepciones, memoria, posibilitan el reflejo cognoscitivo de esa realidad, lo que dota al individuo y a la colectividad de la capacidad de responder, no sólo a los estímulos del medio que directamente permiten satisfacer sus necesidades vitales, sino también a estímulos aparentemente neutros; que facilitan al individuo asimilar lo general y particular, la unidad de lo abstracto y lo concreto, mediado por la necesidad de la motivación hacia el aprendizaje como necesidad individual en la formación de la personalidad, constituyendo un enriquecimiento espiritual e integral de cada ser humano.

Se comparte las ideas de que formar lectores literarios es la meta en la formación de competencias literarias. Quien lee no adopta una actitud pasiva, irreflexiva, sino que participa en la lectura y en el significado final. El significado no es una expresión de la obra sino algo que la obra hace, (…) el significado ya no es más un objeto, una cosa en sí misma, sino un evento, algo que le sucede al lector y obviamente cuenta con su participación. (Trujillo, 2012, p. 28). La competencia literaria no es un concepto abstracto, sino es un aspecto en un proceso continuo de relación con otros textos, en el descubrimiento y la identificación con los valores estéticos y éticos de que es portadora una obra literaria. (Fierro&Mañalich, 2012, p. 26)

En el proceso de la cultura nacional cubana el humanismo, como concepción integral acerca del hombre como totalidad y las vías de su plena realización, está presente desde el propio inicio de los factores humano que conformaron la cubanidad. Se basa en el conocimiento integral del hombre y el mundo en que vive, en la comprensión del sentido de la vida humana y el carácter multifacético de su realización. Por ello se expresa ante todo en una concepción cultural y un enfoque axiológico. (Mendoza, 2005, p. 11) La autora considera que aún existe en la educación y desarrollo en la enseñanza bastante retardo en el hacer profesional cotidiano para “que las humanidades alcancen su sitio en la formación de personalidades creativas y portadoras de un saber interdisciplinar”. Ello se argumenta desde la obra misma de José Martí cuando advierte: "Y quien ni a Homero, ni a Esquilo, ni a la Biblia leyó, ni leyó a Shakespeare- que es hombre no piense, que ni ha visto todo el sol, ni ha sentido desplegarse en su espalda toda el ala". (1963, T. 9, p. 447)

El estudio de los temas y sus múltiples nexos, registrados en el epistolario martiano, son cada vez más necesarios para incidir en la formación humanística de los estudiantes de la carrera Español- Literatura. La práctica de su lectura debe proyectarse hacia el encuentro con el hombre y sus ideas, procurar una recepción activa y estimulante de la obra para incidir desde la esencia sustantiva del texto martiano en un aprendizaje transformador, porque con su lectura se adquieren conocimientos, desarrollan habilidades y valores como resultado de un proceso de análisis que permite comunicar significados, cotejar y evaluar situaciones tanto personales, como de contextos históricos, políticos, éticos o filológicos, interactuar con hechos, relacionar figuras con las que Martí se comunicaba, según sea las circunstancias y eventos comunicativos de su destinatario. En la medida en que fueron más intensas las tareas, todas disímiles; fue mayor su necesidad comunicativa, sin olvidar la incontable cantidad de personas, con más o menos profunda relación, pero todas imprescindibles en la lógica del hacer para la patria.

En la concepción filosófica del mundo en el pensamiento martiano, no existe una axiología ordenada ni regulada. Más que teorizar sobre los valores, el Apóstol se preocupa por deslindarlos, cultivarlos y educarlos en la conducta del hombre, como medio del mejoramiento y formación humana, desarrollar las facultades intelectivas y éticas por medio de las fuerzas y el ejercicio del ejemplo y lograr como fin: la ascensión humana.

Sin embargo, en su ideario humanista se revela un conjunto indivisible de valores, constituido y organizado en torno al hombre, su razón de ser, modos de comportamiento y actuación humana que parten de la naturaleza social del hombre en su devenir histórico; por tanto tienen un sustento cultural que se funde con el sentido ecuménico del hombre que poseía Martí. Este sentimiento es consustancial al profesional de la educación por la alta sensibilidad y métodos apropiados para el aprendizaje que exige la apreciación y el análisis del arte literario.

El profesor de la carrera debe saber qué significa la literatura, así como su historia, posee el reto de convertir los estudios literarios como una disciplina, ante todo de experiencia y disfrute del arte en su dimensión idiomática, para que en el proceso de enseñanza aprendizaje logre conmover a sus estudiantes ante el destino que toman los argumentos literarios que conducen personajes o sujetos líricos llevados por la ficción de la imagen artística como producto subjetivo de una realidad objetiva o cuadro del mundo que el escritor convierte en el proceso creador, en obra de arte.

El profesor de Español- Literatura debe formar la capacidad de incorporar el arte a la vida, formar y desarrollar a la par de la inteligencia: conocimientos, información a la par de la capacidad afectiva de los hombres. Ese binomio de lo cognitivo- afectivo lo explica con su peculiar estilo, Eliseo Diego gran poeta cubano, con quien la autora comparte plenamente su análisis:

¿A qué asirnos que nos guíe, en qué principio confiaremos para decidir qué importa más la literatura como contenidos que asimilar y vencer a la manera que ocurre con la historia o la geografía, o la literatura como fenómeno estético, como una vía para el desarrollo de la afectividad y la imaginación?

Ante todo, recordemos que la poesía ni es un adorno de la mujer o el hombre cultos, ni la ficción o el teatro simples medios recreativos. Dos son las composiciones esenciales de la personalidad humanas: la razón y la afectividad. (Diego, 2006, p. 223)

En la literatura de José Martí se halla un corpus vigoroso de fundamentos filosóficos, epistemológicos y axiológicos alcanzando este último un carácter predominante. Su epistolario lo corrobora, por ser un género personal donde trasluce los valores inherentes a su personalidad, logrados en el proceso de asimilación de lo mejor de la tradición cubana y latinoamericana: José de la Luz y Caballero, Félix Varela, Rafael María de Mendive, Simón Bolívar, Simón Rodríguez, y entre otros.

En las misivas que conforma la colección epistolar no se hallará la explicación de la categoría valor, ni de ninguno de los valores que conformaron su código ético. Sin embargo, aparecen ligados al plano de la existencia, es decir como vivencias. De ahí la importancia de la lectura con un enfoque pedagógico de acercamiento a la realidad del hombre. No sobra advertir que para Martí la educación parte de su programa humanista, fundado en la axiología y concretado en la acción humana.

En la palabra autorizada de Escribano se concreta la idea de la percepción de la educación en Martí, que responde de modo directo a su concepción de América, y al pensamiento humanista que la fundamenta y expresa. Martí representa la continuidad y el desarrollo de una herencia humanista que defendió el acceso a la educación como un derecho elemental del hombre, como punto de partida imprescindible para alcanzar el desarrollo y la libertad a escala continental. La dialéctica interpretación martiana del fenómeno americano, desde sí misma aporta un punto importante a tener en cuenta en el estudio del pensamiento continental y en el diseño de una teoría educativa auténtica latinoamericana. (Escribano, 2006, p. 123)

En Martí se conjugan talento, erudición y humanismo sin vanidad alguna porque fue un hombre honrado y sobre todo porque desde muy joven decidió ser un patriota, sobre este concepto en particular expresó “El vanidoso mira a su nombre; y el honrado a la patria”. (1893, T. 2, p. 254).

Martí vino al mundo como único hijo varón de una familia de origen español radicada en Cuba con el baluarte del decoro por convicción humana. Tuvo la gran ventaja de haber tenido por guía espiritual al maestro Rafael María de Mendive, ejemplo de hombre ciudadano, poeta y sobre todo abrazaba las ideas independentistas en un momento donde Cuba y sus seguidores se jugaban la vida.

El maestro y el discípulo fueron hombres inteligentes y talentosos comprometidos con el cumplimiento de los grandes deberes patrios y demostraron a la historia que la enseñanza y la educación verdaderas están unidas a las luchas por el mejoramiento humano. Mendive fue su maestro en el aula y fuera de esta; Martí así lo siguió y hoy a tantos años de su muerte ha legado una teoría de la educación en tantos órdenes, que su magisterio es imperecedero.

A ese conocimiento y teoría de valores explícita en la obra martiana se puede acceder en el epistolario martiano mediante la indización temática y caracterización temático -cronológica que constituye un resultado de la investigación.

El estudio temático cronológico del epistolario martiano posibilita conocer la evolución del pensamiento de José Martí e indagar en él a través de la escritura epistolar de alto nivel, por la singularidad de su discurso escrito y el humanismo que transida en él; notorio en el conjunto de cartas escritas por año a un número considerable de destinatarios y las temáticas fundamentales abordadas en cada misiva en las que subyace un mundo espiritual. No sobra advertir que en la investigación se ha partido del texto martiano para definir sus temáticas, y no de las temáticas para analizar el texto. De ello se infiere que se estudia a Martí desde Martí.

Instrucciones para el uso del índice temático y el índice cronológico de caracterización temática del epistolario martiano.

La indización por temas facilita al profesor de la carrera y alcanza más allá de esta, al investigador y también al lector común, la búsqueda de una determinada carta sin tener que hacer un abordaje pormenorizado por toda la Obra Completa del escritor o por la compilación ordenada cronológicamente del Epistolario de José Martí en cinco tomos, importantísima investigación realizada por Luis García Pascual y Enrique Moreno Plá, volúmenes que sirvieron de guía a la autora para la localización del texto epistolar martiano.

La autora, al decidir la obra de José Martí por la que conduciría la ubicación de los textos epistolares para la investigación, prefirió la edición en cinco tomos del Epistolario de José Martí publicada por la Editorial de Ciencias Sociales en el año 1993, fundamentada esencialmente en que en esos cinco tomos están reunidas todas las cartas de José Martí, publicadas hasta esa fecha y ordenadas cronológicamente, labor encomiable por dichos investigadores.

La autora ofrece un proceder metodológico apoyada en la ciencia de la información científico-técnica, en los métodos de la dialéctica materialista, de lo general a lo particular y en el analítico sintético, así como en métodos particulares del análisis literario, en tanto leyó crítica y creadoramente, revisó, analizó y procesó los documentos epistolares martianos para devolverlos en un nuevo conocimiento que aporta un repertorio de búsqueda y análisis por tema en cada texto escrito dentro del ámbito epistolar del Apóstol.

La investigación abarca, desde la carta enviada a su madre en 1862, conocida como el primer texto epistolar escrito por José Martí, hasta la fechada el 3 de diciembre de 1885, dirigida al amigo entrañable Manuel Mercado, etapa que comprende el resultado presentado para un total de 168 epístolas caracterizadas temáticamente e indizadas según correspondiera al ordenamiento alfabético y numérico del tema tratado.

El índice de caracterización temática, a criterio de la investigadora (2014) aporta un corpus de contenidos abordados por el Maestro a los que se puede acceder para su estudio de manera evolutiva, o por años independientes, según destinatarios u otros intereses; y conocer de otras informaciones que hasta el año de cierre de la etapa, aún no están presentes en la correspondencia, pero la indización facilita conocer su presencia o no y la búsqueda del texto o al menos aproximar su hallazgo.

Se comparte y asume el criterio del ensayista y raigal estudioso de la obra y pensamiento martiano, Juan Marinello, quien escribiera un atinado y exegético juicio en el prólogo a la compilación, José Martí. Epistolario:

El epistolario es una porción esencial en la extensa selva de la producción martiana. En él se expresan virtudes primordiales del pensamiento y la sensibilidad del revolucionario y del escritor de prosa insuperable. Depurar los cauces de su correspondencia es trabajar derechamente por el entendimiento cabal de aquella ansiedad sin fronteras. (Marinello, 1993, p. VII)

La indización se estructuró en diecinueve grupos temáticos, ordenados alfabéticamente y divididos en subtemas demandados y requeridos por las unidades léxicas del texto, expresiones del pensamiento de José Martí que revelan sus múltiples ocupaciones y servicios en los veintitrés años analizados y recogidos en la indización de las ciento sesenta y ocho cartas comprendidas en esos intensos años de vida del Apóstol. El índice temático como su nombre lo indica se organizó por grupos temáticos que no se corresponden con la tradicional división de epígrafes de materias. Los epigrafiarios del sistema de información no guardan correspondencia con los infinitos matices del pensamiento martiano y las posibilidades de interpretación, por lo que la autora creó una propuesta de indización temática como instrumento para desarrollar la labor investigativa.

La búsqueda deberá iniciarse por el índice temático, el cual posee un registro de temas y subtemas donde se ubica el número de asiento, del 1 al 666, que corresponde a la temática de la carta analizada según corresponda el tema abordado. Una misma carta puede tener abierto un número indeterminado de asientos que se relacionarán con los disímiles temas del texto a partir de la intención comunicativa con su destinatario y se ubicará donde corresponda. Innumerables indagaciones se derivan del examen temático. Luego en el índice cronológico de caracterización temática, guiándose por los números de asiento se localiza la carta y su breve caracterización temática, que el profesor podrá profundizar mucho más en dependencia del interés pedagógico, investigativo o extensionista, según sea el caso.

CONCLUSIONES

El estudio de la obra martiana se inserta en el currículo de la formación de profesionales de la educación con una visión amplia, que implica apropiarse de la lectura y desarrollar la sensibilidad por leer. De su vasta obra, el epistolario es un género que posibilita examinar el costado más humano del hombre, intelectual, poeta, escritor, maestro y político que fue, la amplitud de él exige de un proceder metodológico que ayude al maestro a penetrar en su contenido y no perder de vista el contexto. Por ello la propuesta de un índice temático es un recurso didáctico y metodológico, que, en manos de docentes y estudiantes es una vía para seguir ampliando el contacto con la obra de José Martí.

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