Vol. 3 Nro. 31 (2015) Julio - septiembre

LOS NUEVOS RETOS Y DEMANDAS DE LA EDUCACIÓN “DESARROLLO DE COMPETENCIAS”

NEW CHALLENGES AND DEMANDS OF EDUCATION "SKILLS DEVELOPMENT"

Odete Serna Huesca 1
odetesh@hotmail.com
Cinthia Jessica Sánchez Serrano 2
cinjess188v@hotmail.com
Isabel Rubio Martínez 3
isa_211m@hotmail.com

RESUMEN:

Indudablemente alguna vez nos hemos preguntado si vivimos en una época de cambios o en un cambio de época y es que en tampoco tiempo han existido grandes revoluciones producto de la globalización que expresan un ciclo de expansión que han impactado en lo político, social, económico, cultural, entre otros. México en general y el sistema educativo en particular no queda exento a este impacto, para lo cual le han establecido grandes retos; el saber cómo educar en esta era, asimismo también el docente debe enfrentarse y adaptarse a los cambios impuestos por las transformaciones.

 

Palabras claves: Globalización, Didáctica, Competencias, TIC.

ABSTRACT:

Undoubtedly once we asked if we live in a time of change or a change of time and have been great revolutions product of globalization expressing a cycle of expansion that have impacted the political, social, economical in either time, cultural and other fields. Mexico in general and in particular the education system is not exempt to this impact, for which we have set great challenges; knowing how to educate this was also the teacher must also cope and adapt to the changes imposed by the changes.

 

Keywords: Globalization, Teaching, Skills, ICT´s

INTRODUCCIÓN

La primera condición para enseñar correctamente, es que el maestro sepa bien la materia, lo cual significa, en realidad, que tiene que continuar aprendiéndola siempre. La segunda condición, es que su tema debe gustarle. Estas dos condiciones están unidas, porque es casi imposible continuar aprendiendo algo, año tras año, sino se siente por ello un interés espontáneo.

Gilbert Highet

Actualmente nuestra sociedad puede ser entendida como un mundo basto de información y conocimiento, el cual es producto del mundo industrial y tecnológico; hoy, existe una tendencia clara a la mundialización económica y cultural (globalización), lo que ha provocado dejar a un lado el desarrollo de competencias cívicas que nos permita conseguir un desempeño efectivo y afrontar los continuos cambios. Lamentablemente “muchas prácticas educativas se empeñan en deshumanizar al estudiante reduciendo su actividad de aprendizaje en una obtusa repetición y tediosa rutina.” (Martínez, 2011, p. 202).

Asimismo se nos ha olvidado que en las instituciones se trabaja con seres humanos y que las emociones juegan un papel muy importante con relación a nuestros estudios y nuestro aprendizaje, en cualquiera de las etapas de la vida escolar. Hemos permitido que los efectos negativos de la globalización impacten y penetren rotundamente en cada uno de nuestros estudiantes, convirtiéndolos en egoístas, deshumanizados, individualistas, apáticos por los acontecimientos sociales, etc.

Ante lo expuesto, en la última década del siglo veinte, el debate sobre el futuro de la educación ha estado presente en todo el mundo, entre los temas abordados destaca el de la didáctica y el desarrollo de competencias como un proceso de mejora dentro del sistema educativo, para enfrentar los efectos y las nuevas demandas de una sociedad inmersa a un mundo globalizado. Entendido este como “un proceso de cambio social, económico y políticos que implica el acceso a nuevas formas de vida basadas en la industrialización y urbanización” (Giddens, 2000, pág. 244)

DESARROLLO

La sociedad cambió de manera vertiginosa (profunda y radical); actualmente los diversos modelos de enseñanza (tradicional, racional – técnico, reflexivo, entre otros) no responden a las nuevas necesidades educativas, ya que se han venido tornando obsoletos porque los dramáticos cambios sociales, económicos, políticos, han planteado escenarios inimaginables, sin embargo, no quiere decir que siempre hayan sido ineficientes e inadecuados; hoy se requieren modelos que preparen al sujeto para aprender durante toda su vida.

Es entonces el mismo devenir histórico el que nos confirma que uno de los grandes retos del sistema educativo mexicano es el de “actualizar la formación del profesorado… para evitar la rutinización profesional y la obsolencia del mismo” (Imbernón, 1997, p.7), es necesario proporcionar al docente las herramientas que le permitan transformar su didáctica y al mismo tiempo, entender la importancia de promover competencias en los estudiantes como una estrategia o como medio fundamental para generar el desarrollo sustentable de las sociedades.

Sin duda alguna, el desarrollo que se pretende promover en los estudiantes, debe partir de los profesores, ya que de no ser así no se lograría la modelización y es precisamente frente a este contexto globalizado, que se suscita la necesidad de establecer un programa estratégico que contribuya a la formación de competencias cívicas y emocionales en los docentes, debido a que es notable que éstas no se están promoviendo, sin embargo, las escuelas deben proporcionar a la sociedad un vínculo entre los distintos ámbitos de desarrollo de las personas, garantizando así, que cada generación aprenda lo necesario para adaptarse y sobrevivir en ésta.

Martínez señala que…

La educación moderna debe hacer un cambio de paradigma, es decir, un cambio de la idea central que la define. El nuevo profesor será un animador, un experto en la mayéutica, que buscará situaciones problemáticas de la vida y las propondrá a sus alumnos, situaciones que tengan en cuenta todas las dimensiones del ser humano: inteligencia, sensibilidad y cuerpo, ya que la neurociencia actual nos demuestra que existe una relación estrecha entre la inteligencia y la afectividad; esto le permitirá llevar a sus alumnos a lo que pueden llegar a ser. Los nuevos alumnos buscarán las soluciones trabajando con la información que está por todas partes en su ambiente. (2011, p. 212).

Entonces el reto del docente, es lograr el desarrollo integral de los estudiantes, comprendiendo que no basta con un contenido teórico; se debe trabajar con cuatro tipos de aprendizajes fundamentales que se deberán ir logrando a lo largo de la vida de cada persona: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos.

Ante lo expuesto dentro del ambiente educativo es importante reflexionar sobre cómo debe ser el docente que acompañe a las nuevas generaciones en su desarrollo, responder esta interrogante no es tarea fácil, tendríamos tal vez que partir de la reflexión de nuestro propio quehacer docente, ése que inicia de la preocupación del por qué un niño no logró aprender lo que se le enseñó, continuando con el análisis de si fue justo o no al emitir un juicio o una calificación y tal vez culminando en retrospección de si nos preocupamos y buscamos la mejor manera de enseñar, de dialogar con los padres de familia, de interactuar con nuestros compañeros de trabajo, entre otros.

Al estudiar o reflexionar sobre esta dinámica estamos evocando hablar de la didáctica ésa que estudia el proceso docente educativo, aquélla que es considerada como: “el conjunto de principios que explican y justifican las normas conforme a las cuales ha de ser llevada a cabo por el maestro la tarea sistemática e intencionada del aprendizaje por parte del alumno, ello es, señala los certeros métodos en la enseñanza, los caminos en el acto del aprendizaje”. (Larroyo, 1976, p. 39)

Aclarando de esta manera que estar abierto a los cambios no es sinónimo de aventurarse a enseñar sin la preparación correspondiente.

Bajo esta idea y este contexto surge la necesidad de que los docentes sean capacitados y desarrollen competencias básicas para hacer que la parte afectiva también repercuta en su práctica misma. Por tanto, no se busca sólo a un profesor que tenga conocimientos óptimos de la asignatura a impartir, sino que además sea capaz de modelar una serie de valores a sus alumnos, desarrollando una nueva competencia profesional.

Pero ¿qué relación existe entre, el cambio social y los procesos de enseñanza y aprendizaje?, ¿qué es lo que ha provocado que la concepción de formación se transforme?, ¿qué relación existe entre el cambio social y los métodos didácticos? Partiremos, considerando que siempre han existido sociedades en cambio que repercuten en diferentes aspectos del ser humano, principalmente en los relacionados con educación e ideología, pilares que determinan el rumbo del docente y la sociedad en general, lo que provoca la necesidad imperante de trabajar a marchas forzadas los valores, pero esto debiera ser, desde una concepción profunda y filosófica, no sólo aprenderlo sino aprehenderlo; si la relación se establece en un contexto de igualdad y se formulan objetivos y proyectos comunes, los prejuicios y la hostilidad subyacentes pueden disminuirse e incluso, dar lugar a una cooperación más serena o a la amistad.

Y entonces, regresamos al principio, como dice Fierro (1999) se trata a partir de aquí de hacer un pequeño alto en el camino e iniciar un proceso continuo de reflexión – acción sobre nuestra práctica educativa, con objeto de revalorarla y descubrir cómo llegamos a ser los maestros que somos ahora, cuánto hemos aprendido en nuestra trayectoria como docentes y qué nos falta por aprender. Nuestra esperanza es que este proceso pase a formar parte de la actitud profesional con la que desarrollamos nuestro trabajo y ésta a su vez impacte en el estudiantado.

Entre las capacidades que debe desarrollar el profesor están las de procesamiento de la información, de generación de conocimiento pedagógico, de realizar análisis y reflexión crítica sobre el quehacer profesional, de interpretación y comprensión de la realidad social, entre otras.

CONCLUSIONES

Sin lugar a dudas, somos maestros que nos encontramos inconformes con la rutina diaria, también se encuentran los que cada día frente a sus alumnos enfrentan retos y oportunidades para aprender. Sabemos que en nuestras manos tenemos la posibilidad de mejorar la educación formal y, esperamos hacer desde el ámbito de la educación una aportación modesta pero real, para lograr una mejor sociedad, entendemos que es necesario realizar un análisis sobre nuestra práctica educativa (sobre nuestro actuar, didáctica, evaluación, entre otros) que renueve el significado profundo de nuestra labor.

Sabemos como dice Fierro (1999) que actualmente las tendencias en cuanto a educación exigen un maestro cada vez más preparado para enseñar a los estudiantes a entrar en contacto con el conocimiento y a apropiarse de él, a generar situaciones de aprendizaje que les permitan integrar el nuevo conocimiento con el precedente, así como dispuestos a contribuir en la construcción de nuevos conocimientos desde una perspectiva transdiciplinar.

Lo anterior provoca que pensemos en un cambio de paradigma (de modelo de formación), necesitamos un profesional critico – reflexivo (humanista) no aquél que sea un “simple técnico que aplica estrategias y rutinas aprendidas” (Chehaybar, 1996, p. 74) sino el que se compromete consigo mismo en un proceso de mejora constante a través de la reflexión, del análisis de su propia práctica y por consiguiente, de la indagación de las formas de mejora de la calidad.

Uno de los objetivos de cualquier buen profesional debería consistir en ser cada vez más competente con su actividad. Esta mejora profesional generalmente se consigue mediante el conocimiento y la experiencia para dominarla. Las nuevas formas de enseñanza y de aprendizaje exigen habilidades como; la investigación, búsqueda, estudio, invención, adaptación, flexibilidad, creatividad, junto con actitudes de tolerancia a la frustración, entre otros que pueden promover los contantes cambios que se prevén para esta era.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Argudín, Y. (2010). Educación basada en Competencias. Nociones y Antecedentes. México: Trillas.

Chehaybar y Kuri, E. (et. al) (1996). La Formación Docente: Perspectivas Teóricas y Metodológicas. México: CISE-UNAM.

Fierro, Cecilia. (et. al) (1999). Transformando la Práctica Docente México: Editoriales Paidós.

Giddens, A. (2000). Sociología. Madrid: Alianza Editorial.

Imbernon, F., (1997). La formación del Profesorado. España: Paidós Ibérica.

Larroyo, F. (1976) .Didáctica general contemporánea. México: Porrúa.

Martínez, M. (2011). Epistemología y metodología cualitativa en las Ciencias Sociales. México: Trillas.