Vol.2 Nro. 50 (2020) abril - junio págs.[85 - 97] http://atenas.mes.edu.cu

La crítica a la historia en el pensamiento de José Martí

The critic to the history in the thought of José Martí

Ensayo

Yuseli Pestana Llerena1
yuseli.pestana@umcc.cu / yuselipestanallerena@gmail.com

 

RESUMEN:

En el pensamiento de José Martí, el desarrollo de la crítica como método para la comprensión de hechos y procesos de la historia y el presente que vivió, contribuyó de manera efectiva a la interpretación del contexto histórico de la segunda mitad del siglo XIX. Sin ser historiador de profesión, en su pensamiento la objetividad, la virtud y la justicia conforman esencias para el ejercicio de la crítica a la historia. La investigación que soporta el artículo requirió el empleo de diferentes métodos y técnicas: el analítico-sintético, para la recopilación de la información; la localización, fichado y crítica de las fuentes relacionadas con el tema. Se analizaron textos representativos que permitieron fundamentar la vigencia de la crítica a la historia en el pensamiento de José Martí como expresión del desarrollo de la justicia social desde la segunda mitad del siglo XIX.

ABSTRACT:

In José Martí's thought, the critic's development as method for the understanding of facts and processes of the history and the present that he lived, contributed from an effective way to the interpretation of the historical context of the second half of the XIX century. Without being profession historian, in their thought the objectivity, the virtue and the justice conform essences for the exercise from the critic to the history. The investigation that supports the article required the employment of different methods and technical: the analytic-synthetic one, for the summary of the information; the localization, registered and critic of the sources related with the topic. Representative texts were analyzed that allowed to base the validity from the critic to the history in José's thought Martí like expression of the development of the social justice from the second half of the XIX century.

Palabras clave: José Martí, crítica a la historia, método, objetividad, virtud, justicia.

Keywords: José Martí, critic to the history, method, objectivity, virtue, justice.

INTRODUCCIÓN

El siglo XXI, vísperas de su tercera década, presupone para la especie humana y para los cubanos en particular el ingente desarrollo de una conciencia de preservación y sostenibilidad en respuesta al efecto de acciones imperiales a escala global con efectos en la nación que en esencia destruyen la naturaleza, aquejan a los propios seres humanos y, por ende, afianzan el carácter deshumanizador de la conducta humana. ¿Cómo enfrentar tales condiciones? ¿Dónde están las esencias que sostienen el ser consecuente con la historia nacional, desde la cultura de la resistencia y el levantarse ante las dificultades como resultado de la unidad, la comunidad de intereses y el convencimiento de revertir las dificultades?      
Es José Martí para los cubanos esa esencia que debe ser respetada y no ultrajada. Su pensamiento representa para la historia de Cuba una parte sensible del patrimonio inmaterial inevitable para crecer y vivir desde el imaginario de un pueblo bloqueado que renueva todo lo necesario. La dirección orientadora que representa el estudio del legado de la obra de José Martí, para las presentes y futuras generaciones de cubanos, permite encontrar el equilibrio entre la espiritualidad y conciencia que emanan de su pensamiento y acción y la objetividad en el análisis de hechos, procesos, fenómenos y personalidades de la historia universal y de Cuba.
De ahí la necesidad de comprender el contexto histórico-social en que se desarrolló José Martí, fuentes para su estudio y resortes estimuladores de ciencia y conciencia en el desarrollo de su fecunda vida y obra. Para una mejor comprensión de lo expresado, resulta útil el conocimiento de la misma se desde una visión sincrónica y lo que representa para el desarrollo de una cultura histórica en las presentes y futuras generaciones de cubanos (Pestana, 2012, 2015).
José Martí conoció la cultura, la historia, la política, la ciencia y el arte que le precedieron en armonía con la activa pasión con la que vivenció los hechos y procesos de la segunda mitad del siglo XIX. Ante la inmensidad del conocimiento alcanzado, la apertura de contextos en los que hizo de la palabra un instrumento de justicia, las crecientes preguntas para comprender las esencias del naciente imperialismo, las contradicciones sociales, los efectos de políticas discriminatorias, así como la fuerza de la unidad para romper barreras y alcanzar la verdadera independencia de Cuba, desarrolló la crítica a la historia.    

En el presente estudio se fundamenta la vigencia de la crítica a la historia en el pensamiento de José Martí como convencimiento para el desarrollo de la justicia social desde la segunda mitad del siglo XIX.

 

DESARROLLO

I-La crítica a la historia en el pensamiento de José Martí. Hacia una conceptualización  
La Historia en su dimensión disciplinar y carácter científico, reconocida por el Marxismo-Leninismo en tanto revolución en el pensamiento universal desde el siglo XIX, es la ciencia que estudia el papel de las masas y las personalidades en el devenir social, el desarrollo de hechos, procesos y fenómenos concatenados y condicionados por relaciones causales, temporales y espaciales. Este aprendizaje, aunque signado por la fuerza transformadora de los planes y programas de estudio, puede llegarse a él desde el interés por el origen de las cosas, descubrir las relaciones, nexos inherentes a procesos que tienen lugar en la naturaleza, la sociedad y en el propio pensamiento del ser humano.
Por la complejidad de la actividad política, la diversidad de funciones y oficios para sobrevivir en cada uno de los contextos visitados y sobre todo porque no fue su objetivo, José Martí no expuso conscientemente una concepción sistémica y orgánica sobre la historia, o al menos no se ha reconocido hasta la fecha. Sin embargo, en la amplitud y versatilidad de su obra escrita aparecen esencias que revelan la misma signada por una filosofía de la educación con un carácter social de sentido humanista e identitaria (Martínez, 2003). Una muestra de ello se reconoce en los siguientes trabajos: Martí, (1876) A La Colonia Española; (1885a) Placeres y problemas de septiembre; (1885b) El General Grant; (1975a) Serie de artículos para “La América; (1975b) Fragmentos; (1975c) Libros nuevos; (1975d) Cuadernos de Apuntes 2; (1891) Nuestra América.
Sin embargo, cuando se realiza un análisis sobre la identificación de la crítica a la historia en el pensamiento de José Martí como dimensión más amplia, se sostienen esencias que se articulan, tal cuadro del mundo y comunicación imaginal, para interpretar con la mayor objetividad posible un método que desarrolló como premisa para la comprensión de la naturaleza, la sociedad y las diferentes manifestaciones del pensar de figuras representativas de la cultura, la ciencia, el arte, la literatura y la economía de su época. Dichas esencias se reconocen en:

  • La cultura, la educación y la formación humana (Mendoza, 2003); (Pacheco y Pupo, 2012);
  • el sentido de justicia y libertad;
  • las visitas realizadas a diferentes países y las vivencias disímiles;
  • la sociedad, la economía, la ciencia y el progreso correspondiente;
  • el arte y la sensibilidad humana.

El punto de partida es reconocer a José Martí como un incansable conocedor de los libros de historia de Cuba, europea, hispanoamericana, antigua, medieval, y moderna (Álvarez, Varela y Palacio, 2007). Entre las tareas más importantes que desarrolló reveladoras del amor por la historia en sus vertientes antropológicas, epistemológicas, metodológicas, axiológicas y teleológicas, estuvieron la lectura, el comentario, la reseña crítica, la anotación y la acotación personal. Las palabras del propio José Martí evidencian la ansiedad de saber y el disfrute al leer un libro de historia: “suspiré por una buena historia universal” (Martí, 1882a, p.270). De igual modo, existen muestras elocuentes del ejercicio de la reflexión crítica a obras de autores considerados clásicos de la historia y la literatura universal. En comunicación sostenida con Enrique Estrázulas se puede apreciar: “ediciones pobres del Odeón, de poetas e historiadores –Thierry, Mignet, Thiers, Guizot- que he de irle pidiendo” (Martí, 1887a, p.188).
En otro sentido, tan revelador como los anteriores, al confesar lo que representa para él Cecilio Acosta como intelectual con vocación de historiador dejaba plasmado, casi sin querer, sus propias características como ser humano amante de la historia, sus complejidades y detalles, con altas dosis de poesía:
Es a la par historiador y Apóstol, con lo que templa el fuego de la profecía con la tibieza de la historia, y anima con su fe en lo que ha de ser la narración de lo que ha sido. Da aire de presente, como estaba todo en su espíritu, a lo antiguo. Era de esos que han recabado para sí una gran suma de vida universal y lo saben todo, porque ellos mismos son resúmenes del universo en que se agitan, como es en pequeño todo el hombre (Martí, 1881, p.155).
Aunque las reflexiones sobre hechos, procesos y personalidades históricas muestran la vocación de José Martí por el estudio y disfrute de la historia, a juicio de la autora de este artículo, no hay prueba más evidente que su convencimiento sobre el interés asociado a la historia como una ciencia que se nutre a partir de las diferentes perspectivas de análisis. En este examen, resaltan sus aseveraciones sobre una posible conceptualización de la Filosofía, la imparcialidad en la construcción de la historia universal, la historia de la Filosofía y el nexo natural entre la Filosofía y la Historia.
Entre sus anotaciones se muestra una intención de conceptualización de la Filosofía en la medida en que capta los resortes metodológicos para revelar un método de análisis, incluso sin comprometerse con una corriente de pensamiento o tendencia de la época. Aspecto que realza la originalidad de su pensamiento como muchos ingredientes en su conformación, pero auténtico y bien documentado. Así lo expresa: “Filosofía es el conocimiento de las causas de los seres, de sus distinciones, de sus analogías y de sus relaciones. Historia es el conocimiento de la manera con que estas causas se han ido desarrollando” (Martí, 1975e, págs.359-360).
En esta lógica de pensamiento “La historia universal no ha de construirse con arreglo a las creencias parciales y sectarias del que la escriba –sino como un reflejo leal de lo que el Universo dé de sí” (Martí, 1882b, p.398). Esta idea muestra que es tan valiosa la Historia como la Filosofía. Sin embargo, la historia de la filosofía cobra más relevancia aún porque la considera “Ciencia moderna (…) Antes se asignaban hechos; ahora se encadenan y razonan. Antes se narraba, ahora se traba, se funde, se engranan los procesos y se explican” (Martí, 1975f, p.365). Este razonamiento evidencia la capacidad reflexiva de José Martí sobre un método propio para interpretar la realidad, las necesarias relaciones entre hechos y procesos históricos. No se limita a la descripción, opta por motivar hacia la polémica, el planteamiento de ideas diversas como resultado de la explicación de lo esencial. Es la expresión de la relación entre las categorías contenido y forma, tan necesarias en la interpretación de la historia como ciencia.     
Y reconoce la perspectiva histórica de la Filosofía.
¿Cómo hemos de llegar al conocimiento de la humanidad futura y probable sin el conocimiento exacto de la humanidad presente y pasada? (…) Para estudiar los elementos de la sociedad de hoy es necesario estudiar en algo los residuos de las sociedades que han vivido. Con sereno juicio, con desconfiado ánimo, con lógica rectitud, con habilidad y comparación y fino escrúpulo (Martí, 1975d, págs. 75-76).
Lo expuesto hasta aquí no abarca los vínculos de José Martí con actividades de un lector amante de la historia y sus esencias. En la conformación de la crítica a la historia, es justo reconocer cómo desarrolló el discurso histórico y la historiografía como expresión de una cultura humanista renovada y enriquecida; las lecturas de los autores antiguos clásicos; la escritura de biografías y las fuentes que empleó para ello; la evolución de su estilo periodístico hacia una estructura heterogénea en temas, personalidades, basado en aspectos históricos con una mezcla de objetividad y poesía en el decir y reflexionar. 
Asumir la crítica como método y forma superior para la comprensión de la historia en el pensamiento de José Martí es reconocer la existencia de algunos antecedentes investigativos vinculados a la historia en sí misma (oficio del historiador) y a la presencia de la cultura, la educación y la formación humana en su base.
En el primero de los casos, resaltan las palabras de Paul Estrade en el trabajo presentado en el coloquio internacional sobre José Martí celebrado en Alicante, España en marzo de 1995:
No hay en su inmensa obra escrita ningún estudio del pasado que pueda ser tenido por “estudio histórico”. No hay en sus apuntes y cuadernos personales - ¡nunca fechados! - ni una pieza que pueda ser tenida “por apunte histórico” del presente en el que le tocó actuar (Estrade, 2008, p.135).    
En el año 2000, desde una perspectiva aplicada a la educación como práctica social específica, el investigador Héctor Hernández Pardo en su texto Luz para el siglo XXI. Actualidad del pensamiento de José Martí reconocía que “este método crítico (…) le permitió no perder el rumbo en los bojeos de su pensamiento, al aplicarlos al tema de la educación” (Hernández, 2000, p.104). De esta forma se reconocía que sin ser un historiador interpretó con precisión la realidad de su época.
Esta pauta motiva a asumir la crítica como método para el estudio y comprensión de la historia en el pensamiento de José Martí desde la conformación de una estructura interna que se enriquece a partir de los siguientes aspectos:

  • Observar activamente el contexto histórico-social de los países que visitó, básicamente de América Latina y Estados Unidos.
  • Reflexionar profundamente sobre las características económicas, políticas y sociales de los diferentes contextos, con las que no estuvo de acuerdo y proyectar nuevas ideas.
  • Conocer las esencias que dignifican y caracterizan las diferentes regiones geográficas por sus costumbres, tradiciones y perspectivas de desarrollo ante la dominación del naciente imperialismo norteamericano. 
  • Concebir la historia no como la sumatoria de hechos y procesos, sino desde el convencimiento que “nada hay más justo (…) que dejar en punto de verdad las cosas de la historia” (Martí, 1876, p.137).

Para José Martí ese “punto” estaba representado por la objetividad, la virtud y la justicia en la interpretación de hechos, procesos y la actuación de personalidades destacadas. 
La objetividad se evidencia en el estudio de los hechos y los procesos desde sus causas, sin intentos de edulcorar con innecesarios procedimientos, adjetivos o frases enmascarantes. A propósito, las palabras empleadas en su texto, La República Argentina en los Estados Unidos, así lo evidencian:
No es que todo sea bueno, ni que haya que disimularse lo malo que se ve, porque con cosméticos no se crían las naciones, ni con recrearse contemplando en la fuente inmóvil su hermosura; pero todo se ha de tratar con equidad, y junto al mal, ver la excusa, y estudiar las cosas en su raíz y significación, no en su mera apariencia (Martí, 1887b, págs. 330-331).
Esta idea, además, convoca a la apertura en el análisis, rebasa el contexto académico y propicia que, al objetivarla, en el quehacer cotidiano de los seres humanos se tome en cuenta la verdad, lo objetivo como premisa para su transformación y la contribución a la transformación de la sociedad. 
La virtud para José Martí es reconocer lo auténtico en el ser humano, es la capacidad de integrarse a la sociedad con impacto en el otro sin soslayar la individualidad, la personalidad que aporta cada quien la sociedad. En este proceso es importante no dejarse permear o influenciar por el origen de las buenas actitudes, la desconfianza cala en las relaciones humanas cuando son infundadas y mal intencionadas. En El tercer año del Partido Revolucionario Cubano, se identifica un razonamiento que motiva a continuar el análisis en el siglo XXI: “hay que sacar de lo profundo las virtudes, sin caer en el error de desconocerlas porque vengan en ropaje humilde, ni de negarlas porque se acompañen de la riqueza y la cultura” (Martí, 1894, p.140).
De igual forma la justicia es esencial para comprender la crítica a la historia en el pensamiento de José Martí. No se trata solamente de apreciarla como un acto se enjuiciamiento y sentencia, aunque la evocación del Apóstol convoca en primer lugar a la representación de un acto judicial:
¡A cuantas individuales peripecias está sujeta la más estricta justicia humana! Las simpatías y las repugnancias inclinan invisiblemente las sentencias; y un conjunto de fallos criminales, si fueran dictados rectamente, vendrían a ser un reflejo exacto de la vida y azares del juez (Martí, 1975g, p.51).
La justicia para José Martí, concebida en su dimensión más amplia, tenía una proyección de justicia social. Este convencimiento está en los actos que realiza cada ser humano, en los que aplica cuánto ha asimilado a lo largo de la vida como resultado de la educación, cuánto ha aprendido de las relaciones sociales, de los actos injustos, de sus frustraciones y anhelos. De ahí la necesidad de ilustrar cómo José Martí, desde una visión de educador social contribuyó con La Edad de Oro a comprender la historia con un sentido crítico.

II-La Edad de Oro: Un acercamiento a la crítica a la historia para niños
Es La Edad de Oro un proyecto editorial que se nutre de textos sobre aspectos de la historia, la política, la literatura y la ciencia (Díaz, 2006).  Entre ellos se encuentran: “Tres Héroes”, donde se presentan semblanzas de la vida de Bolívar, San Martín e Hidalgo; “La Ilíada de Homero”; “La historia del hombre contada por sus casas”; “Las ruinas indias”; “Músicos, poetas y pintores”; “La Exposición de París”; “El Padre Las Casas” y “Un paseo por la tierra de los Anamitas”. Y otros de un elevado sentido humano como el cuento “La Muñeca Negra” y los conocidos versos “Los zapaticos de rosa”.
Todos ellos, escritos conscientemente para ser leídos por un segmento social –infancia- cuyo imaginario, motivaciones y expectativas se imbrican al descubrimiento diario; la alegría de saber algo importante para que “sean felices”. Esta es la naturaleza de La Edad de Oro, porque “Las niñas deben saber lo mismo que los niños, para poder hablar con ellos como amigos cuando vayan creciendo” (Martí, 1889, T. 18, p.303).
En la concepción de la historia esbozada por José Martí en La Edad de Oro sobresale la crítica en el estudio del pasado como cultura de la humanidad en las diferentes regiones del mundo, símbolos de idiosincrasia y diversidad; el estudio de los hechos, procesos, fenómenos y adelantos científicos que rodean al ser humano como cultura de su tiempo y el placer de conocer para emprender y transformar. En esencia, la concepción martiana de la crítica a la historia es un método para analizar con delicadeza y ética el potencial educativo y formativo cimentado en La Edad de Oro. Se trata de aplicar el método a la luz de las condiciones históricas del siglo XXI sin perder la perspectiva que fue escrita para la infancia de la segunda mitad del siglo XIX.
José Martí tenía un vínculo especial con los niños, así lo evidenció al concebir la revista. Se trataba de un pretexto para conversar una vez al mes como buenos amigos, como personas que se conocen de siempre. Para no perder el sentido formativo de tal proyecto, asumió que sería una contribución ética en primer lugar a la educación de las próximas generaciones. Un lugar importante lo ocupó el contenido de la Revista: “todo lo que han hecho los hombres hasta ahora” (Martí, 1889, T.18, p.301); “cuentos de risa y novelas de niños, para cuando hayan estudiado mucho, y quieran descansar” (Martí, 1889, T.18, p.302).
Al tener tales motivaciones, creaba las condiciones para el desarrollo de una crítica a la historia en correspondencia con los intereses de los niños:

  • Conocer la historia desde lo bello, lo representativo del imaginario de la infancia;
  • vivenciar las batallas épicas y la valentía de los hombres con sentido de justicia;
  • comprender las diferentes formas de vivir, de construir las casas no como expresiones de diferencias sino de contribución de los pueblos a la cultura de la humanidad y
  • disfrutar la conversación con una muñeca para desarrollar la imaginación, el afecto por los seres queridos.
De este modo, reconocer el proyecto editorial como cercano, en confianza, lleno de aperturas para temas diversos con el reconocimiento de lo que quiere expresar cada uno con felicidad. Participar en una dinámica de aprendizaje de la historia con un sentido crítico evidencia además la capacidad formativa de José Martí desde un contexto diferente y necesario.

 

CONCLUSIONES

La vigencia de la crítica a la historia en el pensamiento de José Martí, como convencimiento para el desarrollo de la justicia social desde la segunda mitad del siglo XIX, se sustenta en el reconocimiento de tres esencias: la objetividad, la virtud y la justicia. Esta construcción fundamentada por los autores como método, puede ser empleado por docentes, estudiantes, especialistas e interesados en el tema no solo para conocer la historia desde la reflexión y el placer por el razonamiento derivado de lo aprendido, se trata de contribuir al desarrollo de un pensamiento crítico con sentido de la dignidad en el ser humano y afianzar el compromiso de transformación con la humanidad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Álvarez, L. Varela, M. y Palacio, C. (2007). Martí biógrafo. Facetas del discurso histórico martiano. Premio Ensayo Emilio Bacardí, 2006. Santiago de Cuba: Ed. Oriente.

Díaz, H. (2006). Sobre la historia y otros temas. La Habana: Pueblo y Educación.

Estrade, P. (2008). Martí en su siglo y en el nuestro. La Habana: Centro de Estudios Martianos.

Hernández, H. (2000). Luz para el siglo XXI. Actualidad del pensamiento de José Martí. Madrid, España: Ediciones Libertarias-Prodhufi, S.A. 

Martí, J. (1975a). “Serie de artículos para La América”. (manuscrito) Obras Completas. T-23, pp.43-45. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1975b). “Fragmentos”. En Martí. J. (1975). Obras Completas. T-22, pp.141-142. La Habana: Ciencias Sociales.  

Martí, J. (1975c). “Libros nuevos”. (manuscrito) Obras Completas. T-15, pp.189-194. La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1975d). “Cuaderno de Apuntes 2”. España. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-21, pp.47-101. La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1975e). “Juicios No.1. Filosofía”. (s/f). En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-19, pp.359-370. La Habana:  Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1975f). “Juicios No.4. Filosofía”. Escuela Normal Central de Guatemala. (s/f). En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-19, pp.365-366. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1975g). “Guatemala”. En Martí. J. (1975). Obras Completas. s/f.T-19, pp.43-62. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1894). “El tercer año del Partido Revolucionario Cubano”. Patria. Nueva York. 17 de abril. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-3, pp.138-143. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1891). “Nuestra América”. El Partido Liberal. México. 30 de enero. En Martí, J. (1975). Obras Completas.T-6, pp.15-23. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1889). “La Edad de Oro”. Pp. 295-502. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-18, La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1887a). “Carta a Enrique Estrázulas”. 20 de octubre. En Martí, J. (1975).  Obras Completas. T-20, pp.186-188. La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1887b). “La República Argentina en los Estados Unidos”. Un artículo de Harper's Monthly. Nueva York. 22 de octubre. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-7, pp.329-335. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1885a). “Placeres y problemas de septiembre.” En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-10, pp. 295-299. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1885b). ““El General Grant” En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-13, pp. 83-115. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1882a). “Cuaderno de Apuntes 10. Filosofía y Letras”. (manuscrito). Estados Unidos. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-21, pp.268-271. La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1882b). “España”. La Opinión nacional. Caracas. Enero.  En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-14, pp.293-296. La Habana: Ciencias Sociales.

Martí, J. (1881). “Cecilio Acosta”. Revista Venezolana. 15 de julio. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-8, pp.153-164. La Habana: Ciencias Sociales. 

Martí, J. (1876). A “La Colonia Española”. Revista Universal. México. 8 de septiembre. En Martí, J. (1975). Obras Completas. T-1, pp.137-140. La Habana: Ciencias Sociales.

Martínez, M. (2003). La filosofía de la educación en José Martí: principios, direcciones, vigencia. En Blanco, A. Filosofía de la Educación. (2003). Selección de lecturas. La Habana: Pueblo y Educación.

Mendoza, L. (2003). Axiología y cultura en José Martí. Tesis en opción del grado científico de Doctor en Ciencias Filosóficas. Ciudad de la Habana: Instituto Superior pedagógico Enrique José Varona. 

Pacheco, M. C. y Pupo, R. (2012). José Martí: la educación como formación humana. La Habana:  Centro de Estudios Martianos.

Pestana, Y. (2015). “Sistematización de los fundamentos teórico-metodológicos para el desarrollo de la cultura histórica en la formación inicial del profesional de la educación en las universidades de ciencias pedagógicas”. Resultado del proyecto de investigación El estudio de la obra martiana en la formación humana del profesional de las ciencias pedagógicas. Matanzas. Universidad de Matanzas. Manuscrito no publicado.  

Pestana, Y. (2012). José Martí y su época. Una propuesta de tabla sincrónica. Revista Atenas. Vol. 3 (18), 47-74. Recuperado de: https://atenas.reduniv.edu.cu

 

Datos del (los) autor (es)

1Licenciada en Educación. Especialidad Marxismo-Leninismo e Historia (2000). Doctora en Ciencias de la Educación y Profesora Titular del Centro de Estudios Educativos de la Universidad de Matanzas (Cened), Cuba. Miembro del Consejo Científico de Ciencias Pedagógicas. Experto de la Junta de Acreditación Nacional (JAN) para los procesos de evaluación externa en el territorio nacional y en el extranjero. PAR REDIPE (2018). Orcid: https://orcid.org/0000-0002-9481-945x